La expansión de la actividad de las fábricas españolas se moderó en julio hasta mínimos de los últimos seis meses, según el índice de gestores de compra (PMI), que se situó en 51 puntos desde los 52,3 del mes anterior.
En el mes de julio, tanto la producción como el empleo continuaron aumentando, pero lo hicieron a ritmos más débiles, mientras que los nuevos pedidos disminuyeron ante la ralentización de la demanda del mercado, lo que tuvo un efecto en cadena en la confianza, que cayó hasta su nivel más bajo en lo que va de año.
De su lado, los datos de precios revelaron que los costes de los insumos continuaron aumentando, pero a un ritmo más lento, a pesar de los continuos retrasos en la entrega de insumos. Por el contrario, la inflación de los precios de venta se aceleró hasta su nivel más alto desde principios de 2023.
«Las condiciones reinantes en el sector manufacturero español parecen estar cambiando: los vientos en contra están aumentando», ha advertido Jonas Feldhusen, economista junior de Hamburg Commercial Bank, para quien la tendencia claramente «ha estado moviéndose hacia el estancamiento desde mayo».