El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado este viernes una orden ejecutiva que está dirigida a limitar la concentración empresarial en el país con el objetivo de rebajar los precios, incrementar los salarios e incentivar la innovación y un mayor crecimiento económico.
La orden incluye 72 iniciativas concretas dirigidas a una docena de agencias del Gobierno estadounidense que aspiran a «realizar mejoras concretas en las vidas de la gente».
La Casa Blanca ha argumentado en un comunicado que en cerca del 75% de los sectores económicos de Estados Unidos un pequeño número de empresas controla mucho más mercado que hace 20 años, especialmente en algunos sectores importantes como salud, servicios financieros o agricultura.
Además, según el Gobierno la concentración ha provocado una serie de barreras de entrada que han ocasionado que la formación de nuevas empresas haya caído en un 50% desde los años 70 hasta la actualidad.
Entre las medidas concretas que incluye la orden ejecutiva se encuentra la prohibición o limitación de acuerdos de no competencia que las empresas obligan a firmar sus trabajadores. El Gobierno considera que muchos de estos acuerdos son innecesarios y evitan que los trabajadores cambien de empleo y puedan mejorar sus condiciones salariales.
Con respecto a las empresas de telecomunicaciones, el Ejecutivo estadounidense prohibirá las comisiones de cancelación excesivamente elevadas y exigirán a las compañías que ofrezcan a sus clientes de forma detallada todos los costes para facilitar la comparación. También prohibirán que las compañías lleguen a acuerdos de exclusividad con los caseros, ya que eso limita la posibilidad de los inquilinos de contratar Internet en casa a uno o dos distribuidores.
El Ejecutivo planea recuperar la neutralidad de la red, que aprobó el Gobierno de Obama y derogó el de Trump. Asimismo, limitará a los fabricantes de equipos electrónicos, caso de los teléfonos, que pongan trabas a la autorreparación o a la reparación por parte de servicios técnicos de terceros.
Con respecto a las grandes tecnológicas, Biden ha instado a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) a que sea más exhaustiva a la hora de examinar los acuerdos de fusiones y adquisiciones, sobre todo cuando puede darse el caso de que una empresa está comprando a una posible competidora en una etapa temprana. Además, Biden ha asegurado que la FTC podrá examinar fusiones aprobadas en el pasado.