La dependencia del suministro de baterías chinas podría convertirse en el talón de Aquiles de la fabricación europea de vehículos eléctricos (VE), según advierte Morningstar DBRS.
La firma señala que la transformación de las industrias automovilísticas europeas hacia los VE se ha acelerado, con un notable aumento de la fabricación en los últimos años, en parte impulsada por la demanda externa.
Esto, sin embargo, ha llevado a una dependencia de las importaciones de baterías de China, líder mundial en la producción de baterías para VE.
«De mantenerse, la dependencia de la UE de las baterías chinas plantearía riesgos a la baja para la fabricación de VE en Europa en caso de perturbaciones geopolíticas o comerciales mundiales», advierte la firma.
Además, lo más probable es que la demanda de baterías en la UE siga creciendo, ya que se prevé que la producción europea de VE aumente notablemente a largo plazo, a pesar de la reciente ralentización de las ventas de VE, pronostica Morningsar DBRS.
No obstante, avisa de que aunque es probable que las capacidades de producción de baterías para VE en la UE y en EE.UU. se pongan al día en los próximos años, la oferta de baterías para VE a largo plazo está sujeta a una gran incertidumbre, dada la naturaleza aún incipiente de la industria.
Las incertidumbres se refieren a la escala real de los futuros aumentos de producción en las distintas regiones, la futura posición de los nuevos productores en la carrera tecnológica mundial y su competitividad en precios.
Por todo ello, la firma destaca los riesgos de concentración en el suministro de baterías para vehículos eléctricos en las economías de la UE como un aspecto clave a tener en cuenta en los próximos años.