El consejero delegado de Balfegó, Juan Serrano, ha anunciado que las previsiones de la empresa pasan por alcanzar unas ventas de 109 millones de euros en su próximo año fiscal, que va del pasado 1 de mayo al 30 de abril de 2025.
En una entrevista de Europa Press, ve «bastantes posibilidades» de cumplir estas previsiones tras un año que define como bueno pese a que no se alcanzó el presupuesto previsto: «Ha sido un año muy malo para el sector donde a nosotros nos ha ido muy bien».
Ha detallado que las estimaciones para el año fiscal 2023-2024 eran de unos 100 millones de euros de facturación, pero que se cerró en 87 millones de euros, a falta de no auditar las cuentas.
Atribuye el mal año del sector a que «el mercado de Japón se hundió totalmente» por un exceso de ‘stock’; a que el mercado chino cerró el mercado al atún rojo japonés, y a la caída del yen, pero ha recordado que Balfegó no está presente en Japón.
Pese a no verse afectada directamente, la empresa sí sufrió que los operadores que trabajan en Japón entraron en el mercado del atún rojo fresco, lo que provocó una caída de precios: «La fortaleza de la marca lo pudo soportar. Por eso no nos podemos quejar».
También ha destacado que el Mediterráneo es «la pesquería más sana del mundo» en atún rojo y ha dicho que las cuotas deberían subir mucho, algo que prevé que se plantee el próximo otoño en la reunión del organismo internacional que lo regula.
NUEVA PLANTA
Serrano ha explicado que la empresa prevé tener lista su nueva planta a finales de octubre en l’Ametlla de Mar (Tarragona), aunque están «bien» en sus instalaciones actuales, en el mismo municipio.
La satisfacción por las instalaciones actuales fue el principal motivo por el que la empresa decidió priorizar otras inversiones tras el incendio de su planta en 2018, como un almacén congelador para 9.800 toneladas de carnada para los atunes.
«Proveernos de carnada era lo más importante, incluso antes de volver a construir la fábrica», ha dicho, y ha añadido que en el espacio de la antigua planta incendiada se construyeron unas instalaciones para mantenimiento de acuicultura.
La nueva planta tendrá alrededor de 11.000 metros cuadrados, repartidos en dos alturas, en un terreno de 28.000 metros cuadrados.
RESILIENCIA
Preguntado por cómo se pudo recuperar la empresa del incendio en su antigua planta en junio de 2018 y la pérdida de los atunes vivos por el temporal Gloria en enero de 2020, Serrano ha respondido que «con mucha resiliencia».
Ha recordado que el lunes siguiente al incendio –que se declaró la noche del viernes–, la empresa sirvió todos los pedidos que tenía y pudo seguir trabajando gracias a que una empresa les ofreció un espacio con los permisos para tratar el pescado, antes de entrar en sus actuales instalaciones.
Con el temporal Gloria, la compañía perdió 2.000 toneladas de atunes, que se escaparon o murieron por las olas de hasta 14 metros, y en aquel momento decidieron dirigir a sus clientes a otros proveedores.
Sin embargo, la pandemia provocó el cierre de la restauración y la competencia de Balfegó no pudo quitarles su espacio en el mercado porque los restaurantes no volvieron a abrir hasta después de la temporada de captura, cuando la empresa ya pudo servir su producto.
ITAMAE BALFEGÓ
Balfegó celebró el 17 de junio la tercera edición de su concurso Itamae Balfegó, que premia a los mejores ‘sushiman’ y que, según Serrano, tiene el objetivo de «divulgar el conocimiento del sushi y del atún» de la empresa.
El concurso quiere «motivar y dar aliciente a los jóvenes cocineros» para que se formen en la cultura y la cocina japonesas, ya que Serrano ha asegurado que los restaurantes tienen dificultades para encontrar a ‘sushiman’.