Un logotipo es la carta de presentación de una marca, el elemento que causa la primera impresión. El símbolo que representa a DS Automobiles desde su creación, es una síntesis de su identidad y filosofía. En este caso, la denominación de DS es un homenaje al “Different Spirit”, el espíritu diferente, que nació en 1955 con el DS “Tiburón”, que supuso un salto cualitativo en diseño, tecnología, confort y prestaciones en el planeta automóvil. Una revolución a la que se quiso dar un nuevo impulso con el concept-car DS Inside, embrión del futuro DS 3 y de la marca DS. En 2009, se lanzó el concept-car DS Inside, una apuesta por devolver al automóvil francés al universo premium que reivindicaba dos letras míticas: DS, el nombre del modelo que había supuesto toda una revolución medio siglo antes. Junto a este prototipo, lanzado como toda una declaración de intenciones, llegaba el logotipo con el que se ha identificado la marca desde entonces: una D y una S enlazadas y con rasgos prácticamente simétricos. Sus formas suaves y fluidas se acercaban al diseño del capó del DS de 1955. La “S” fue la primera letra en surgir de los lápices de los diseñadores. Su elegante trazado se inspira en la silueta que forman la bisagra del maletero del “Tiburón”, el pilar trasero y la forma del techo de este revolucionario automóvil. Tras este auténtico flechazo creativo, la “D” se dibujó jugando con un efecto de espejo de la “S”.
Esta nueva visión de la filosofía automovilística ha quedado plasmada en el actual logo de DS Automobiles, cuyas formas se inspiran en elementos del DS “Tiburón” de 1955 y que se utiliza tanto en los distintos modelos de la Marca como en su colección de articulos Lifestyle y en los monoplazas de la escudería DS Techeetah en Fórmula E.