Julio Aurelio Olivero Lara publica ‘Mi versión del universo’, una antología poética con la que invita al lector a encontrarse a si mismo en cada una de sus poesías.

Por Remitido

CÍRCULO ROJO.– Al preguntarle a Julio Aurelio Olivero Lara qué destaca de su obra, ‘Mi versión del universo’, su respuesta es el silencio. Así, este autor pone en valor “el poder que tiene el silencio en el ser humano. En los veintiún relatos, veintiún fotografías y veintiún ilustraciones del interior, se sigue la línea del silencio como fase transformadora de un cambio, como resultado de una pérdida, como espera hacia el momento indicado para expresar cierto sentir”.

Publicada en Círculo Rojo, Grupo Editorial, el lector va a encontrar, según las palabras del autor, “relatos, fotografías, ilustraciones que buscan conectar una experiencia de vida (quizá todavía no vivida) con la vida propia o de seres cercanos. Encontrarse a uno mismo en alguno de estos escritos, ya sea como el protagonista o algún personaje secundario, debería ser tarea fácil, pero tal vez sea más complicado para algunos verse como un ser lejano a cada alma que vive en estos cuentos. No sé, yo me lanzaría a la aventura de empatizar con cada uno, y quizás verme en la ironía de que ellos son los que empatizan conmigo”.

SINOPSIS

Mi Versión del Universo es una antología de 21 relatos sobre la entrega hacia aquellos que nos rodean, las inesperadas decisiones que tomamos y modifican toda la trama a nuestro alrededor, y la empatía que aún prevalece entre los valores de unos cuantos. Las historias dentro de estas páginas han atravesado situaciones que tal vez tú y yo nunca hemos experimentado, pero suceden día tras día a familiares, amigos y compañeros de vida; o no. Hace tiempo escribí: «Las letras son como hilos y agujas que cierran mis heridas; presión exacta en músculos atrofiados del recuerdo.» Me gusta pensar que cuando escucho a los demás, escribo un poema o un relato, abrazo sin decir una palabra o sonrío a alguien sin dar explicaciones, estoy curando partes del daño vivido; llegando con mis letras a las grietas correctas. Si me das el honor de escucharte, yo te daré el sentir recíproco de entregarte toda mi atención, y quizás, mientras te expresas o me leas, sientas también que estás sanando tus heridas. Al final de todo, ¿A dónde van las historias cuando nadie las cuenta?