Gestionar adecuadamente los gastos relacionados con la salud y la seguridad laboral es fundamental para proteger tanto a las personas como a las empresas. Las capacidades económicas y productivas son esenciales para que las organizaciones puedan implementar medidas preventivas y programas de seguridad y salud en el trabajo.
Se estima que las pérdidas económicas debido a enfermedades laborales y accidentes oscilan entre el 2% y el 4% del PIB mundial.
Los costes ocultos de salud en el trabajo.
Las estadísticas y los estudios revelan que los accidentes y enfermedades laborales no solo afectan la salud y seguridad de las personas trabajadoras, sino también a la economía de las empresas. Los costos directos —como gastos médicos y compensaciones por incapacidad, sanciones…—, son solo la punta del iceberg.
Los costos ocultos, los que muy pocos estudios cuantifican, están relacionados con la pérdida de productividad, el absentismo o los factores psicosociales que redundan en bajas. Estos factores pueden erosionar significativamente los resultados financieros de una organización.
El peso sobre la economía mundial.
Existe un proyecto, realizado de forma conjunta por de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Ministerio finlandés de Asuntos Sociales y Salud (MSAH), el Instituto Finlandés de Salud Ocupacional (FIOH), el Instituto WSH en Singapur, la Comisión Internacional de Salud Ocupacional (ICOH) y la EU-OSHA en la que se proporcionan estimaciones mundiales actualizadas de lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo. Según sus conclusiones, estos costos representan una parte significativa del Producto Interior Bruto (PIB) global. La salud laboral no es solo un asunto de bienestar individual; es un imperativo económico que afecta a toda la sociedad.
Se estima que las pérdidas económicas debido a enfermedades laborales y accidentes oscilan entre el 2% y el 4% PIB mundial.
La inversión en prevención es el camino hacia la productividad sostenible.
Las inversiones en programas de bienestar y prevención pueden marcar la diferencia. Cada euro invertido en medidas preventivas puede generar un retorno significativo en términos de productividad. Reducir los riesgos laborales, promover la salud psicosocial y física de los empleados, fomentar un entorno seguro no solo mejora su calidad de vida, sino también la eficiencia operativa. Las empresas que priorizan la salud laboral están mejor posicionadas para prosperar a largo plazo.
El dinero destinado a la salud en el trabajo, en programas o herramientas de gestión de la prevención de riesgos laborales no es solo un gasto; es una inversión estratégica que beneficia a todos. Al cuidar de los equipos se protege la economía de las organizaciones.
Ejemplos exitosos de programas de bienestar que han demostrado su eficiencia.
Algunas prácticas efectivas y de demostrada eficacia incluyen ofrecer opciones de trabajo remoto o flexibilidad horaria, promover la conciencia sobre la salud mental, proporcionar educación financiera (para ayudar a los empleados a gestionar sus finanzas personales y planificar su futuro económico), reconocer los logros de los empleados y crear espacios colaborativos en el lugar de trabajo. O la puesta en marcha de programas de conciliación familiar que logren fortalecer el sentido de pertenencia y bienestar en la empresa.
Calculador de Evaluación de la Inversión en seguridad laboral.
En España existe una herramienta capaz de cuantificar el retorno de la inversión en seguridad laboral. Se trata de una herramienta del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), que permite calcular el ahorro y estimar el retorno de la inversión en Promoción de la Salud en el Trabajo. Evalúa los programas de PST implantados y considera el absentismo y otros factores.
La herramienta del INSST se puede probar desde aquí.