En el ámbito de la salud pediátrica, una de las afecciones más complejas de abordar es la parálisis cerebral infantil. Este término engloba un conjunto de trastornos neurológicos que limitan la postura, movilidad y equilibrio de los niños. Además, puede presentar diferentes síntomas, modalidades y grados de severidad.
En algunos casos, estos cuadros pueden estar originados por algún tipo de anomalía genética o malformaciones congénitas. Ahora bien, también hay incidencias que se producen durante el parto y que llevan a esta situación. A propósito de esto, hay exámenes científicos que indican que la parálisis cerebral puede ser causada por negligencia médica. Ante cualquier tipo de duda al respecto es posible consultar a un abogado como Rafael Martín Bueno, especialista en este tipo de casos.
Orígenes, síntomas y variantes de la parálisis cerebral infantil
Estos trastornos neurológicos afectan a alrededor de 2 de cada 1.000 recién nacidos. En particular, se originan por daños en el cerebro durante la etapa fetal, el parto o los primeros años de vida del infante. En muchos casos, la causa exacta es indeterminada. Sin embargo, entre los posibles desencadenantes están las infecciones, la falta de oxígeno, los traumatismos y los factores genéticos. Si bien no es una enfermedad progresiva, el tipo de afección y sus síntomas pueden variar a través del tiempo.
Actualmente, se tienen identificados tres tipos de parálisis cerebral infantil. La más común es la espástica, caracterizada por rigidez en varios músculos. A su vez, la variante discinética dificulta los movimientos de extremidades superiores e inferiores. Por último, la parálisis atáxica causa problemas de equilibrio y coordinación motriz.
Además, existe una variante mixta. Esto sucede cuando el paciente presenta síntomas de más de una modalidad a la vez. Cabe destacar que la gravedad de estos signos, así como el aumento o deterioro en la calidad de vida del pequeño, varía en cada caso según diversos factores como, por ejemplo, la detección temprana del trastorno y la atención médica recibida.
La calidad de vida en los pacientes de parálisis cerebral
Ante la parálisis cerebral infantil, una de las primeras inquietudes es la esperanza de vida. Esto varía según diversos factores, como otras patologías o comorbilidades, pero depende principalmente de la severidad del trastorno. A su vez, esto se determina por la gravedad de la lesión y las áreas cerebrales afectadas. En casos leves, algunos estudios sugieren que hasta un 75 % de los pacientes llegan a edad adulta, cifra que disminuye significativamente en cuadros más agudos.
Otro factor crucial es la detección temprana del trastorno, junto con la aplicación de terapias adecuadas de forma ininterrumpida. Estos factores pueden extender la longevidad del paciente hasta los 60 o incluso 80 años, así como mejorar significativamente su calidad de vida en términos de capacidades motrices, cognitivas y sociales. En contraste, sin este apoyo, la expectativa de supervivencia se reduce a un promedio de 40 años.
Por último, cuando el origen de la parálisis cerebral infantil es la negligencia o el error médico, los padres tienen derecho a reclamar indemnización para cubrir todos estos gastos y tratamientos de por vida. Ante cualquier duda o pregunta al respecto es posible consultar al abogado Rafael Martín Bueno, especialista en este tipo de casos.