Uno de cada cinco ofertantes de arrendamiento (20%) que conoce la regulación de la nueva Ley del Alquiler, que lleva un año en vigor, se plantea «seriamente» pasar a alquilar las habitaciones de manera individual, mientras que aproximadamente uno de cada cuatro (24%) afirma que alquilará exclusivamente para alquileres vacacionales, y una tercera parte (31%) señala que alquilará para periodos temporales, según una encuesta a 8.000 personas realizada por Fotocasa Research.
Según el portal inmobiliario, propietarios e inquilinos valoran «negativamente» la norma al considerar que está complicando el proceso del alquiler.
«La gran problemática que sufre el mercado del alquiler en España es la falta de oferta. Si el parque se reduce todavía más debido a desincentivos normativos, nos encontraremos con un mercado muy compacto, de poca rotación y de sobreprecios en el que la accesibilidad a la vivienda será muy complicada», ha destacado la directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos.
Según el estudio, las malas expectativas que perciben los arrendadores sobre la ley también pueden tener consecuencias a largo plazo, ya que cerca de la mitad de los arrendadores (el 44%) que conocen la norma afirman que es «bastante o totalmente probable» que reduzcan las inversiones en mejoras para la vivienda.
Sin embargo, un 42% de las viviendas en España se construyeron entre 1950 y 1980 (10,4 millones) y un 30% (6,5 millones) antes de los 2000. Por lo tanto, este tipo de medidas terminan perjudicando al inquilino, que es quien «más vulnerable es», ha indicado María Matos.
Cuando se trata de valorar si, con la entrada en vigor de la ley de vivienda, es más fácil o difícil realizar determinadas acciones en el mercado, los particulares que conocen la norma tienden a adoptar posiciones «mayoritariamente pesimistas».
MÁS PESIMISMO DE INQUILINOS Y PROPIETARIOS
Del lado del alquiler, sólo el 22% considera que ahora es más fácil alquilar una vivienda como inquilino, tres puntos porcentuales menos que en el sondeo elaborado medio año antes, lo que revela que es quizás la acción en la que se percibe una mayor distancia entre la realidad y las expectativas. Consecuentemente, la creencia general (35%) es que la ley complica los deseos de las personas que buscan alquilar un inmueble para residir en él.
Desde el lado del alquiler de una vivienda como arrendador también resulta abrumadoramente mayoritaria (39%) la percepción negativa, frente al escaso 15% que opina en sentido contrario.
Asimismo, los inquilinos se muestran más pesimistas que hace seis meses, ya que los que opinan que la regulación actual dificulta sus intereses suben del 35% al 36% y, por el contrario, se reducen del 30% al 24% los que mejoran sus expectativas.
En el lado de los arrendadores, el 52% considera que la ley se lo pondrá más difícil para alquilar, un 32% cree que ni mejorará ni empeorará en su proceso de alquilar la vivienda y tan solo un 18% asegura que lo tendrá más fácil que antes de la entrada en vigor de la normativa.