Los precios del cobre han perforado este lunes por primera vez la barrera psicológica de los 11.000 dólares (10.125,46 euros) ante las expectativas del mercado de una escasez de suministros que coincidiría con un repunte en el consumo del lado de la automoción, las redes de transmisión o la inteligencia artificial (IA), aunque, también, con una demanda menor por parte de la construcción o de China.
Los futuros del mineral en Londres han conquistado la cota de los 11.000 dólares a lo largo de la mañana en sucesivas ocasiones, si bien se alejó de ella al cotizar a media sesión a unos 10.946 dólares (10.075,76 euros) por tonelada, esto es un 2,61% más que en la apertura.
En lo que va de año el cobre se ha revalorizado un 30% ante la posibilidad de que producción no pueda mantener el tipo ante la obsolescencia de algunos emplazamientos mineros.
Además, desde China se están recortando las compras de metal refinado en respuesta al reciente incremento de precios y el exceso de inventarios, con las fábricas chinas de alambre de cobre funcionando al 73% de su capacidad el mes pasado, 14 puntos porcentuales menos que hace un año.
En cualquier caso, la producción de derivados del cobre aumentó en abril un 1,6% respecto al año anterior y estuvo un 2% por encima de lo previsto.