Se cumple una semana desde que en la provincia de Lérida, muy especialmente en la Zona del Pirineo, las empresas de auxilio en carretera se han visto obligadas a postergar los servicios a los asegurados de las compañías a las que RACE presta servicios de asistencia en viaje, como Liberty, Pelayo, Caser y Génesis, a las compañías de Renting y alquiler de vehículos Leaseplan, Atlon, Centauro y Avis, así como a varios Grupos de automoción como Stellantis, Grupo Vag (Audi, Volkswagen, Seat y Skoda), Isuzu, Lexus, Volvo, Aprilia, Derbi, Harley y Kawasaki, a consecuencia de la negativa del Real Automóvil Club de España, a revisar al alza las escasas tarifas que pagan a las empresas de auxilio por sus servicios y, que no alcanzan a cubrir los costes de explotación para prestarlos adecuadamente, según datos facilitados por FENADISMER, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España.
Los servicios de grúa en las zonas de montaña del Pirineo, principalmente, son especialmente complicados por la orografía y los tiempos de llegada al auxilio de los conductores, que han tenido sus vehículos averiados o siniestrados, sin que RACE abone unas tarifas que cubran suficientemente las tareas desempeñadas y el tiempo empleado en realizar estas asistencias. Por tanto, los servicios se prestan en último lugar, una vez que no haya demanda de otras aseguradoras, plataformas de asistencia o autoclubes, que pagan estos servicios por encima de los costes de explotación.
Ante las reclamaciones de subidas económicas de dichas tarifas, al efecto de que cubran los costes necesarios y no impliquen pérdida para las empresas de auxilio radicadas en esas comarcas, la respuesta de RACE ha sido negativa, desplazando grúas de otras empresas foráneas a hacer esos servicios que, pese a su mayor gasto para el autoclub, parecen tener el objetivo implícito de sustituir la cobertura de las empresas de grúas ilerdenses, lo que ha determinado a estas, a postergar los servicios de RACE priorizando los del resto de aseguradoras o plataformas, que sí que abonan tarifas suficientes para cubrir los costes de los servicios y operaciones auxiliares a los mismos.
Además de trasladar a RACE que su política de precios imposibilita de facto un servicio eficiente en Lérida, las empresas de auxilio en carretera acusan al autoclub de continuar incumpliendo la legislación sobre indexación de tarifas a los precios del carburante y, aumentar la morosidad en los pagos de transporte.
En una maniobra similar a la acontecida hace un año en el País Vasco, que llevó a dejar de prestar de servicios a RACE por las empresas de auxilio del País Vasco. El RACE, parece ser que, antes de entablar conversaciones para solventar el conflicto generado, ha preferido subcontratar con alguna empresa de fuera de Lérida, para intentar cubrir los servicios que no prestan las radicadas allí, lo que podría enconar aún más el problema de asistencia en las zonas de más difícil acceso, al multiplicarse los tiempos de espera hasta que sea posible efectuar los servicios, con el único fin de no dejar desasistidos a los conductores asegurados, víctimas de la política comercial del RACE.
De hecho, en estos momentos ya son muchos los usuarios que están sufriendo demoras importantes, así como un servicio deficiente, a diferencia del resto de los usuarios que sí reciben el servicio que han contratado. Las empresas de auxilio ilerdenses afectadas, confían en que el RACE recapacite en su decisión por el bien de sus clientes y de la seguridad vial en general.