Aunque no sigas de cerca el mundo de la decoración, seguro que has oído hablar de ciertos estilos decorativos como el estilo nórdico, el estilo moderno o el estilo vintage. Pero, ¿sabías que no es necesario seguir sólo uno de estos estilos para tener una decoración de ensueño en casa? Si quieres crear tu propio estilo mezclando diferentes tipos de decoración, te dejamos algunos consejos, en colaboración con el portal Habitissimo.
La mejor manera de crear sensación de calidez e interés visual en un espacio es crear contraste en él, ya sea mediante formas, texturas y colores opuestos. Así que piensa en términos de luz y oscuridad; simple o elaborado; y formas orgánicas o líneas rectas. Por ejemplo, contrasta las piezas de madera con acentos metálicos, y combina una mesa de comedor visualmente más pesada con sillas transparentes. De este modo, puedes crear ambientes cohesionados, aunque las piezas sean de diferentes estilos decorativos.
Piensa en los colores que quieres incorporar al espacio y reduce tus opciones. De este modo, será más fácil mezclar piezas de diferentes estilos que encajen con los colores elegidos. No es necesario que utilices el mismo color para todo, o sólo tonos de azul en tu decoración. Tu paleta de colores puede incluir un color principal, utilizado en más cosas, y notas en colores que contrasten, que ayudan a crear más interés visual en el espacio y servirán como piezas destacadas.
Elegir un fondo neutro para la habitación es una gran ventaja, ya que los colores neutros, como el blanco, combinan muy bien con todos los demás tonos y todos los estilos de decoración, lo que permite mostrar tu personalidad a través de la decoración de una manera más fácil y armoniosa. Un color intenso en las paredes crearía una competencia visual en el mismo espacio, lo que podría no dar los mejores resultados. Así, todo el protagonismo recae en el mobiliario y las piezas decorativas, lo que facilita la creación de una decoración a tu gusto.
Al repetir algún elemento visual, ya sea un color, un patrón o incluso un material, como el acero, podrás orientar mejor el ojo y reforzar la unidad del conjunto, sin ahogar al mismo tiempo las piezas entre sí. Intenta repetir este elemento en al menos 3 lugares diferentes del espacio, en mayor o menor medida, ya que esto ayuda a nuestro cerebro a interpretar todo como un conjunto. De este modo, también será más fácil crear una unidad entre notas de diferentes estilos decorativos.
Si los estilos de decoración que eliges son demasiado parecidos, puede que acabes por no dar el énfasis adecuado a uno u otro. Por eso, intenta elegir estilos decorativos muy diferentes. Por ejemplo, un estilo maximalista con un estilo más minimalista funciona muy bien, ya que no abrumará la habitación. Un estilo que favorece el uso de patrones también va muy bien con un estilo de líneas más rectas y sencillas. Así que, aunque pueda parecer más difícil crear una decoración con estilos muy diferentes, en realidad ésta es una de las principales claves del éxito.
