El chocolate artesanal, ese delicioso alimento que combina la elaboración artesanal con ingredientes de alta calidad se está enfrentando a tiempos turbulentos en el mercado global. Recientemente, un informe de CaixaBank ha arrojado luz sobre la difícil situación que atraviesa la industria del chocolate debido a los problemas para obtener cacao de calidad. Esto ha generado un aumento notable en los precios, tanto de la materia prima como del producto final y entre las marcas que se han enfrentado a la necesidad de ajustar su oferta se encuentra Chocolates Artesanos Isabel. Esta es una fábrica de chocolates artesanales comprometida con la excelencia en cada paso de su proceso de producción.
Por primera vez en décadas, el cacao ha experimentado una escalada sin precedentes en sus precios, impactando directamente en la producción y en los productos derivados del chocolate. Además, los productores africanos de cacao en Ghana y Costa de Marfil, responsables del 60 % de abastecimiento a nivel mundial, se han visto obligadas a detener o reducir el procesamiento ante la escasez de granos.
Por otro lado, las malas cosechas de los últimos tres años, con una cuarta amenazando con empeorar aún más la situación, han generado un impacto directo en la cadena de suministro global del chocolate. En consecuencia, los precios inevitablemente han aumentado y ponen a la industria en un desafiante panorama.
A pesar de las complejidades del mercado y la subida de los precios, en Chocolates Artesanos Isabel continúan apostando por su distintiva elaboración local, utilizando materias primas de la más alta calidad. Asimismo, la filosofía de la empresa se centra en la selección de los ingredientes más finos, priorizando el comercio justo y la agricultura ecológica. Así, la empresa se asegura de que sus productos no solo sean deliciosos, sino también éticamente producidos y saludables.
Desde la cuidadosa selección de los granos de cacao hasta el proceso artesanal de elaboración bean to bar (del haba a la tableta), Chocolates Artesanos Isabel se esfuerza por ofrecer un producto final que transmita la felicidad y el placer inherentes al consumo de chocolate artesanal.
Más allá de la crisis actual, el compromiso de la firma se refuerza y preserva su producción sostenible y de cercanía, garantizando que sus chocolates artesanales sigan siendo sanos, éticos y exquisitos.
