La estimulación nerviosa aplica impulsos eléctricos de baja intensidad a los nervios que controlan la vejiga, modificando así las señales que hacen que la vejiga se contraiga de forma involuntaria.
Esta técnica emerge como una nueva estrategia efectiva y esperanzadora para el tratamiento de la vejiga hiperactiva cuando terapias más conservadoras no han funcionado.
La vejiga hiperactiva (VH) es un trastorno urológico que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizado por la necesidad imperiosa y repentina de orinar, con o sin pérdida de orina. Este problema puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, limitando su actividad social y laboral y afectando, en un gran número de ocasiones, a la salud mental. En España, la vejiga hiperactiva afecta a un porcentaje considerable de la población: 11,8% de la población mayor de 18 años, 21,5 % de la población mayor de 40 años, 25,6 % de las mujeres mayores de 40 años y 35 % de los hombres mayores de 40 años.
Hasta ahora, las opciones de tratamiento para la vejiga hiperactiva se han limitado a cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en casos severos, cirugía. Sin embargo, la estimulación nerviosa emerge como una nueva estrategia terapéutica efectiva y esperanzadora para el tratamiento de esta condición cuando las terapias más conservadoras no han funcionado. La estimulación nerviosa consiste en la aplicación de impulsos eléctricos de baja intensidad dirigidos a nervios específicos que controlan la vejiga y, así, modificar las señales nerviosas que hacen que esta se contraiga involuntariamente. Este procedimiento puede realizarse de forma percutánea, mediante agujas finas o mediante la implantación de un dispositivo neuroestimulador.
Los estudios científicos han demostrado que la estimulación nerviosa puede ser eficaz en la reducción de los síntomas de la vejiga hiperactiva, incluyendo la urgencia miccional, la incontinencia urinaria, la frecuencia miccional y la nicturia (trastorno urinario caracterizado por la necesidad frecuente de orinar durante la noche). Además, esta terapia tiene un perfil de seguridad favorable, con pocos efectos secundarios. “La estimulación nerviosa representa un avance significativo en el tratamiento de la vejiga hiperactiva”, afirma el Dr. David Carracedo Calvo, urólogo responsable Unidad de Urología Funcional Femenina y Urodinámica de ROC Clinic. “Esta alternativa ofrece una nueva esperanza a los pacientes que no han respondido a otros tratamientos o que no desean someterse a una cirugía”.
Actualmente, existen tres tipos principales de estimulación nerviosa para la vejiga hiperactiva: la estimulación nerviosa tibial posterior, la estimulación de las raíces sacras S3 y la neuromodulación no invasiva del sistema nervioso autónomo NESA®. “Los tres son seguros y eficaces. Sin embargo, la tecnología NESA® ha demostrado beneficios en otras esferas muy importantes como son la calidad del sueño y la reducción del estrés y la ansiedad”, explica el Dr. Carracedo Calvo.
En España, la estimulación nerviosa para la vejiga hiperactiva está disponible en algunos centros especializados. «En ROC Clinic, trabajamos con los tres tipos y estamos llevando a cabo un estudio, aun en fase de reclutamiento, liderado por la doctora Clara Sánchez Guerrero, que compara los efectos de la neuromodulación no invasiva NESA con la estimulación del nervio tibial posterior. Con esta investigación en curso y la creciente disponibilidad de esta terapia, podemos esperar un futuro donde la vejiga hiperactiva sea una condición más fácil de controlar”, añade el Dr. David Carracedo.
La estimulación nerviosa abre una puerta hacia una mejor calidad de vida para los millones de personas que sufren de vejiga hiperactiva y se espera que esta terapia sea cada vez más accesible para los pacientes que la necesiten.