La proliferación de proyectos para construir parques eólicos en muchas zonas de España ha puesto en pie de guerra a ecologistas, agricultores y vecinos, que ven en los nuevos y modernos molinos de viento muchos peligros para la fauna, la biodiversidad, el campo y, sobre todo, un gran impacto visual.
La necesidad de poner en marcha energías renovables topa con las reticencias de muchos vecinos que no se fían de los estudios de impacto ambiental, y hay conflictos abiertos en la Costa Brava, donde hay un proyecto para instalar aerogeneradores en el mar, en el Penedès y La Rioja, para ponerlos entre viñas, o en Galicia, para aprovechar los vientos que llegan del Atlántico.