Fitch revisa al alza en dos décimas su previsión de crecimiento para España hasta el 1,8% en 2024

Por Redacción

La agencia de calificación Fitch Ratings ha revisado en su informe de marzo dos décimas al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2024, hasta el 1,8%, al tiempo que ha avanzado que España crecerá un 2% en 2025.

Fitch ha destacado que los datos macro entrantes han sido «sólidos», y que el crecimiento en el cuarto trimestre de 2023 fue mejor de lo esperado tras alcanzar un 0,6% intertrimestral gracias una contribución «inusualmente fuerte» del consumo público y los inventarios.

El consumo, la balanza comercial y el consumo público aportaron de manera equilibrada al alza del 2,5% en el PIB, una décima por encima de las estimaciones de Fitch para 2023. Solo la inversión cayó ligeramente.

En cuanto a este año, la agencia ha explicado que, debido a la disminución de las inversiones, se producirá un cierto ‘efecto arrastre’. Sin embargo, este capítulo seguirá siendo un motor de crecimiento neto por los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

«Esperamos que el crecimiento se ralentice en el primer trimestre, pero que se mantenga firme. Los índices PMI son los más sólidos de las cuatro grandes economías de la eurozona, con el PMI compuesto de producción subiendo a 53,9 en febrero, la lectura más alta desde el segundo trimestre de 2023. Tanto los indicadores manufactureros como los de servicios son positivos», ha indicado el documento.

Asimismo, Fitch ha destacado que la economía española está demostrando ser «más resiliente» a los efectos del endurecimiento monetario. En este sentido, los volúmenes de nuevos préstamos bancarios a hogares y empresas «han aguantado relativamente bien», aunque las compraventas de viviendas han caído por el encarecimiento de los préstamos, pero menos que en otros países. Después, el volumen de nueva construcción avanzó de forma constante en 2023.

Los precios de la vivienda siguen subiendo a pesar de la rápida transmisión de los tipos de interés fruto del elevado número de hipotecas a tipo variable. No obstante, la crisis del ladrillo de hace más de una década continúa «haciéndose sentir», y en algunas ciudades los precios no recuperaron los máximos de 2007 hasta el pasado 2023.

La renta disponible de los hogares creció con rapidez impulsada por los salarios, ya que España sigue creando empleo más rápidamente que las demás grandes economías de la eurozona. Aun así, el índice de costes laborales superó al de la zona euro a mediados de 2023.

Después, el gasto de los consumidores no ha seguido el ritmo de los ingresos, por lo que hay margen para que se recupere. Fitch ha recordado que el Gobierno ya aumentó el salario mínimo un 8% en 2023 y otro 5% en febrero de 2024, al igual que también aumentó las pensiones contributivas un 8,5% en 2023.

La agencia ha concluido que la política fiscal ha sido «favorable». A finales de 2023, Moncloa prorrogó algunas de las reducciones fiscales sobre la electricidad y el gas que vencían a principios de 2024. En cambio, las subidas de impuestos y del IVA se aplicarán durante 2024 de forma escalonada.

Fitch anticipa que la inflación pase del 2,9% este año al 2% en 2025, así como que el desempleo baje dos décimas, hasta el 11,3%, el año que viene.

PREVISIONES INTERNACIONALES

La economía mundial crecerá en 2024 un 2,4%, tres décimas más de lo estimado hace tres meses por la mejora de las perspectivas de crecimiento en el corto plazo. Esto queda patente por la «fuerte» revisión para Estados Unidos, que ha pasado del 1,2% en diciembre al 2,1% en la actualización de marzo.

El mayor crecimiento en EE.UU. compensará un «leve» recorte de las previsiones para China, que pasan del 4,6% al 4,5%, y para la zona euro, que empeora una décima, hasta el 0,6%. El crecimiento de los mercados emergentes, obviando China, se ha revisado al alza en una décima, hasta el 3,2%, con un aumento de los pronósticos de India, Rusia y Brasil.

Fitch sigue esperando que el crecimiento mundial en 2025 se sitúe en el 2,5%, sin cambios, a medida que la eurozona se recupera y logra crecer un 1,6% gracias al repunte de los salarios reales y del consumo. Sin embargo, el crecimiento de Estados Unidos se ralentizará al 1,5%.

«Una ampliación procíclica sin precedentes del déficit fiscal estadounidense en 2023 impulsó la demanda interna y ayudó a explicar la sorprendente resistencia del crecimiento del PIB», ha motivado el informe, que espera que dicho maná fiscal «se desvanezca en 2024» y que el crecimiento de la renta de los hogares se desacelere.

Además, dado que los efectos retardados del endurecimiento monetario de 2023 aún no se han materializado en su totalidad, a medida que suban los tipos de interés reales en Estados Unidos, Fitch prevé que el crecimiento intertrimestral se ralentice hasta situarse «muy por debajo» de la media a finales de este año.

«Muchos parecen dispuestos a calificar la sorprendente fortaleza del crecimiento estadounidense en 2023 de ‘aterrizaje suave’, pero dado que el crecimiento del año pasado se vio claramente impulsado por un fuerte deterioro de los desequilibrios macroeconómicos, esa etiqueta no parece del todo acertada», ha resumido el economista jefe de Fitch Ratings, Brian Coulton.

Mientras tanto, la eurozona seguirá estancada, con la recesión alemana lastrando a Francia y al resto del bloque comunitario. Fitch ha asegurado que Alemania se enfrenta a «limitaciones estructurales de crecimiento», pero que también se ha visto afectada por una serie de «perturbaciones importantes» que probablemente sean coyunturales. El crecimiento debería normalizarse a medio plazo a medida que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos, el comercio mundial se recupere y el impacto de la crisis energética desaparezca.

Después, el desplome inmobiliario en China no cesará ya que parece «probable» que las ventas de viviendas vuelvan a caer drásticamente este año a la vez que aumentan los indicios de presiones deflacionistas. Por el contario, «la relajación fiscal se está intensificando sustancialmente», lo que ha amortiguado el impacto sobre las previsiones del PIB del ‘gigante asiático’.

INFLACIÓN Y TIPOS

Las proyecciones de inflación de Fitch para finales de este año son del 2,9% en Estados Unidos y del 2,3% para la eurozona, mientras que serán del 2,4% y el 2%, respectivamente, para 2025.

El dato de la primera potencia mundial se ha revisado en tres décimas al alza, mientras que Europa ha manejado mejor la inflación subyacente. Aun así, ambas economías sufren de una inflación de servicios y de salarios «alta», lo que dificulta alcanzar el objetivo de estabilidad de precios del 2%. El repunte de los costes de transporte y de flete por la crisis del mar Rojo supone un riesgo al alza para la inflación.

La agencia de ‘rating’ espera que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el BCE recorten ambos los tipos tres veces por un total de 75 puntos básicos de aquí a finales de año. Así, el organismo liderado por Jerome Powell reducirá al 4,75% la tasa de referencia en 2024 y al 3,5% el siguiente. El BCE la bajará este año al 3,75% desde el 4,5% actual. En 2025 se habría reducido al 3%.

Como los dos institutos emisores quieren contar con más pruebas de que los recientes avances en materia de desinflación son «duraderos», Fitch ha retrasado a julio la fecha del primer recorte de la Fed, frente a la anterior previsión de junio. También ha pospuesto la primera bajada de su homólogo europeo de abril a junio.