El Real Madrid da la sensación de atravesar un preocupante bajón de juego y frescura física y mental, que se hizo visible en el reciente encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el RB Leipzig, con contemplación excesiva y cierta falta de intensidad que pudo tirar por tierra la temporada europea, en una versión que dista mucho de la que mostró hasta su aplastante triunfo (4-0) sobre el Girona FC hace un mes.
Este miércoles, ni siquiera la vuelta de la Champions al Santiago Bernabéu más de tres meses después animó a un Real Madrid que sufrió más de lo esperado para sacar un empate (1-1) ante los alemanes y hacer valer la genialidad de Brahim Díaz (0-1) de la ida en el Red Bull Arena. La primera parte, sin un solo remate a puerta, provocó el hartazgo en las gradas del feudo madridista, que ofreció a su equipo una sonora pitada, la primera en Europa.
Unas críticas merecidas tras el pobre rendimiento ante el Leipzig, que para Carlo Ancelotti responde a cansancio mental. «Ha sido un partido malo y mal jugado. Hemos jugado con poca intensidad y mucha preocupación», reconoció, antes de seguir diagnosticando a su ‘paciente’. «Tenemos menos control, menos verticalidad, con posesiones flojas y lentas. El parón nos dará el tiempo para descargar un poco mentalmente. El equipo está cansado mentalmente, volveremos mejor después del parón», analizó.
Y es que desde el contundente triunfo (4-0) sobre el Girona para seguir abrochando el título de Liga, los de Ancelotti solo han sumado dos victorias en cinco partidos –tres empates en los últimos cuatro duelos–. El equipo madridista ya sufrió en exceso en el 0-1 en Alemania, con una actuación heroica de Andriy Lunin, y el empate (1-1) en Vallecas, la victoria por la mínima (1-0) frente al Sevilla y el igualado y mal partido en Mestalla (2-2) ya evidenciaban un bajón muy inoportuno.
El principal problema de los pupilos del técnico italiano es la pérdida de ‘colmillo’ en la parte ofensiva, con una propuesta mucho más plana y espesa en el último tercio. Prueba de ello son las combinaciones más largas y estériles, rematando ahora cada 45 pases, mientras antes solo necesitaba 35, según la consultora de datos ‘Driblab’. Datos –en Liga y Champions– que demuestran la preocupante pérdida de verticalidad en el último mes.
La plantilla tampoco atraviesa su mejor etapa en lo que a claridad de ideas se refiere, abusando más de los centros como opción de hacer daño a sus rivales, ya que genera ahora más ocasiones de gol (0,22) de esta manera que antes (0,16). Sin embargo, no es lo más coherente cuando el once de lujo de Ancelotti no suele presentar un ‘9’ al uso, como Joselu, para finalizar jugadas de ese tipo, y sólo Bellingham de los hombres de ataque presenta altura de ariete.
Y esta deriva provoca que los madridistas pisen mucho menos el área rival y por tanto especulen más dando vida a las aspiraciones de los oponentes. Desde la goleada al Girona, el Real Madrid completa 28 acciones por partido cerca de la portería enemiga, por las casi 35 de media que hacía antes.
Esto eso se ve reflejado también en los datos de remates, ahora cinco menos por encuentro (12,6/17), y en los goles esperados, ahora con poco más de uno por partido, mientras que antes la estadística superaba los dos tantos. No obstante, la efectividad sigue sosteniendo al Real Madrid en este tramo complicado, aunque sin derrotas, ya que ante el Leipzig, a pesar de rematar menos (11) que su rival (20), este se quedó sin marcar.
La ausencia de Bellingham, que cayó lesionado precisamente ante el Girona, en tres de los últimos cinco partidos tampoco ha ayudado. El inglés dinamizó el ataque blanco en el arranque, con 16 tantos en 21 encuentros, pero en los últimos once partidos solo ha celebrado tres tantos, marcando ante el Almería, de penalti, y un doblete al Girona.
Y ahora se pasará en la grada otros dos partidos –la visita del RC Celta y el viaje a El Sadar– por su roja directa en Mestalla, por lo que Ancelotti deberá reconstruir de nuevo el once, con muchas papeletas para Brahim y Rodrygo Goes, ya que este último dio algo de brío a los blancos ante el Leipzig, pese a que también anda algo ‘peleado’ con el gol.
El Real Madrid, pese a no encajar demasiado, también ha sufrido algo más atrás, con Lunin más protagonista con paradas decisivas en la eliminatoria europea o ante Isaac Romero en la visita del Sevilla, y con el equipo recibiendo casi 1,5 remates por parte, 11,4 por los 10,1 anteriores al duelo ante el Girona. Sin embargo, la defensa que sigue liderando Antonio Rüdiger, a gran nivel para compensar el aparente bajo estado de forma de Nacho Fernández y Dani Carvajal, sólo ha encajado cuatro tantos en cinco duelos.