La atleta española Ana Peleteiro ha asegurado que la consecución del bronce en triple salto en los Mundiales de atletismo en pista cubierta de Glasgow, el primer éxito internacional tras ser madre, ha sido «como ganar otra vez la primera medalla», y ha avisado que va a «optar a todo» en los Juegos Olímpicos de París 2024, una cita para la que ha pedido «salud», ya que «el trabajo y el sacrificio» corren de su cuenta.
«Es como ganar otra vez la primera medalla. Recuerdo mi primera medalla internacional absoluta, que fue en Birmingham, en un Mundial también pero con muchísimo menos nivel, y recuerdo la adrenalina que sentí en ese momento. Es un poco lo mismo pero sintiéndome mucho más acompañada», señaló en su llegada este lunes a Madrid con el resto de la selección española.
Además, confesó que uno «nunca» se «acostumbra» a vivir momentos así. «Todos queremos resultados y cuando las cosas salen bien, es lo mejor», dijo, analizando la casualidad de que fue también en la ciudad escocesa donde se proclamó campeona europea. «Voy a tener que hablar con World Athletics para que hagan ahí todos los campeonatos, porque se ve que el 3 de marzo y Glasgow van de la mano y me sale todo bien. A ver si organizan más cosas allí», bromeó.
Sobre los Juegos Olímpicos de París, la gallega aseguró que «hay que optar a todo». «El año de Tokio, en pista subierta salté 51, así que he demostrado que estoy en buena forma. Yo siempre digo: que me den salud, que el trabajo y el sacrificio ya los pongo yo. Empiezo la temporada de verano con muchísima motivación y pensando en que no me quiero dejar nada en el tintero. Quiero sudar hasta la última gota para llegar a París y a Roma en la mejor forma posible», manifestó.
Ahora, Peleteiro tendrá «unos días de descanso» antes de seguir preparando los grandes retos de este verano, el Europeo y, sobre todo, los Juegos. «No será un parón completo, pero sí que nos dejará irnos a casa y disfrutar de la familia. Pero ya estoy pensando en el verano, que al fin y al cabo es lo más importante. Es un ‘stop’ en el largo camino que nos queda hasta París», expuso.
«No creo que pare por completo, sería tirar a la basura un estado de forma muy bueno en el que estoy. Me tomaré un Albariño y un Mencía para celebrar, pero luego me iré a correr al menos 15 minutos, tampoco tanto», indicó entre risas.
«Ahora tengo a un equipo mucho más grande, mi federación… Cuando caminas de la mano de gente que te quiere, eso se siente. Yo sentí el calor del equipo. En 2018, cuando fui a Birmingham, no había el equipo que hay ahora. Hay muy buen ambiente y eso ayuda a que todos lleguemos más rápido a la meta o que, si hay un mal resultado, se olvide lo antes posible», subrayó sobre las diferencias en el equipo español en los últimos años.
En otro orden de cosas, Peleteiro mostró su felicidad por Fátima Diame, que también se hizo con un bronce en longitud. «Recogí mi medalla y me quedé a ver la prueba, por supuesto. Odio ver las pruebas de gente a la que quiero desde la grada, porque lo paso fatal, y nos hizo sufrir mucho, pero lleva mucho tiempo ahí, acariciando las medallas. Se merecía cogerse su ‘chapita'», apuntó.
Por último, confesó que la grave lesión de María Vicente «fue un jarro de agua fría, el primer día y a primera hora de la mañana». «Encendí la tele, lo vi en directo y me quedé un poco en shock. Siempre te afecta un poco mentalmente; como no competí el viernes, no me afectó en mi competición, pero sí que tuve que llamar a mi terapeuta para hacer un poco de terapia, soy muy aprensiva», desveló.
«Le mandé un mensaje de ánimo. Es muy joven; una lesión de Aquiles ahora no es como hace 20 años, que era mucho más problemática. Posiblemente esté antes en la pista de lo que pensamos y de lo que ella misma espera. Estoy a tope con ella», finalizó.