El Barça ha ganado este jueves al CSKA Moscú (76-66) en el Palau Blaugrana, en la primera jornada de una Euroliga que regresó con un duelo igualado entre dos aspirantes, con un nuevo Barça que esta vez sí doblegó al vigente campeón y lo hizo, en parte, gracias al aire fresco de Nick Calathes y al resurgir de Álex Abrines.
No fue el mejor, el base griego. Pero sí aportó pases, hasta 7 asistencias, para tomar nota. Con él, el juego será distinto, como mejor parece ser un Álex Abrines (13 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias) desatado con Sarunas Jasikevicius.
El técnico lituano no paró quieto y fue más intenso que sus jugadores. También mejora con él Brandon Davies, que llegó a los 1.100 puntos en Euroliga y que ya estuvo a sus órdenes en el Zalgiris. Buena primera nota de un Barça que el año pasado fue vapuleado por el CSKA en el Palau (67-96) y que, en su nueva versión, fue capaz de ganar con cierta soltura.
El duelo tuvo varias fases. En la primera, el Barça enamoró. Corrió con y sin balón, estuvo intratable y generoso en defensa y, en ataque, Calathes y Mirotic empezaron su idilio en una primera cita que promete amor eterno. Pero, en cuanto el CSKA tiró de casta y apretó atrás, el partido se igualó.
Llegó a estar a 2 puntos el CSKA en un último cuarto de luces y sombres en el Palau. Los blaugranas estuvieron maniatados, indecisos, en ciertos momentos pero, finalmente, recuperaron el tono inicial y un parcial de 8-0 les catapultó. Pese al ‘CSKA de Vitoria’, con los exbaskonistas Shengelia, James o Hilliard siendo de los mejores en pista, el Barça ya no aflojó.
El colchón de 8 puntos que tenía el Barça al descanso (41-33) no fue suficiente para evitar sufrir. En el tercer cuarto, el CSKA Moscú endureció la defensa, apretó los puños y aparecieron las dudas y los nervios en un Barça que, aún así, siguió bien atrás y sólo cedió un punto en ese tercer parcial.
Los último diez minutos empezaron con un ajustado 55-48, a tenor de que el Barça había ganado hasta de 14 puntos (33-19) en la primera parte. Además, el parcial de 2-11 y el ‘feeling’ favorable del vigente campeón apretó aún más las cosas.
No le salía nada al Barça, al mismo equipo que todo lo sonreía hasta los segeundos finales de la primera parte. Entró de nuevo Nick Calathes, a aportar su luz como faro, y con él intentó Nikola Mirotic reengancharse a un partido del que le sacaron a base de contacto.
Funcionó. No fue Mirotic la punta de lanza de la ofensiva final blaugrana, sino un recuperado Álex Abrines que terminó siendo decivisvo. Un triple y un mate del que sacó un tiro adicional volvieron a dar aire al Barça, que lo aprovechó para cerrar con victoria esta primera jornada y dar un aviso al vigente campeón.