El entrenador del Granada C.F., Diego Martínez, mostró su satisfacción tras conseguir el billete para jugar la fase final de la Liga Europa, después de la victoria ante el Malmoe sueco (1-3), y reconoció sentir una «felicidad inmensa» por imponerse a su rival con «humildad, respeto y ambición».
«Siento una felicidad inmensa por este grupo de personas, no sólo jugadores, también por el cuerpo técnico y por todos los aficionados que estarán disfrutando muchísimo desde sus casas. Hemos ganado merecidamente con humildad, con respeto al rival y con muchísima ambición. Hacer tres goles fuera de casa a este gran equipo no era nada sencillo y este equipo lo ha vuelto a demostrar», dijo el técnico en rueda de prensa.
«Ha salido nuestro ADN. Ellos anunciaron que nos iban a mostrar la fuerza escandinava y sabíamos que iba a ser un partido de intensidad. El equipo me ha gustado muchísimo, el empate no era justo en la primera parte porque jugamos con personalidad y frenamos a un rival temible. El equipo lo ha solventado con buen juego, aunque nos faltó alguna ocasión más. Insisto, meter tres goles fuera de casa y el acceso a la fase de grupos es algo extraordinario», destacó Diego Martínez.
Además, el entrenador nazarí desveló las palabras que tuvo al descanso, con el marcador de 1-1 tras un gol que frustraba su buena actuación. «Lo primero que les he dicho es que controlasen la emoción. Era una pena ese empate por el gran trabajo, sabíamos que teníamos que seguir con buen fútbol, les hemos hecho un gran desgaste y la verdad es que estoy muy satisfecho porque somos debutantes en esta competición y hemos superado merecidamente este desafío. Hemos sacado muy buena nota», añadió.
«Esta plantilla viene trabajando muy duro, hace 15 años estábamos en Tercera División y ahora estamos jugando en Europa. Estoy orgulloso por lo que contagian y transmiten mis jugadores. Hemos visto esa comunión de los jugadores al final del partido», subrayó Martínez.
«Me gustaría meterme en las casas de los aficionados y darles las gracias porque hemos sentido su energía. Con el tiempo estaremos mucho más orgullosos de lo que hemos conseguido, somos unos privilegiados», finalizó el técnico del Granada, que dedicó la victoria a Pepe Mesas, consejero del club, que llevaba «días sin dormir».