Llega el calor y a quién no le apetece darse un buen chapuzón. Tener una piscina en casa es todo un lujo, pero a la hora de elegir llegan las dudas. No se trata solo de decidir ubicación, medidas y acabados, la decisión es mucho más complicada. Habitissimo da las claves para elegir la que más nos conviene.
Enterradas o elevadas
Es una diferencia básica si de piscinas hablamos. La ventaja de las enterradas es que no hay limitación en lo que a dimensiones se refiere. Además, se integran perfectamente en el entorno. Sin embargo, el presupuesto puede elevarse, al ser imprescindible excavar y acondicionar el terreno para hacer el vaso o colocar uno prefabricado.
Las piscinas elevadas no requieren tanta complejidad a la hora de su construcción o instalación. Simplemente, hay que asegurarse de que la base sobre la que se asienten está nivelada y es estable. A cambio, suelen ser de dimensiones pequeñas. Pueden ser prefabricadas en de acero o chapa, de madera, tubulares, etc. Pero también es posible hacer una piscina de obra elevada con estructura de hormigón o vaso de poliéster revestidos exteriormente.
Hay una solución intermedia, que es la de las piscinas semienterradas, que se suelen construir cuando el terreno tiene un desnivel considerable.
De obra o piscinas prefabricadas
Es la otra gran diferencia entre unas piscinas y otras. Las de obra son aquellas que se hacen en el mismo sitio con materiales de construcción, por lo que el trabajo es mucho mayor y el precio también suele serlo. A cambio, son piscinas “para toda la vida”.
En cambio, en las piscinas prefabricadas el vaso se fabrica con un molde predefinido y luego se instala en el lugar elegido para ello. Su construcción es mucho más rápida, además de que la variedad de modelos es enorme y su precio, más ajustado. Sin embargo, no suelen ser gran tamaño.
Diferentes materiales
Avances tecnológicos y nuevos materiales hay permitido que hoy en día las piscinas puedan ser de muchos materiales diferentes. Si hablamos del más clásico, del hormigón, las piscinas se siguen fabricando con hormigón gunitado y malla metálica. Entre sus ventajas, cabe destacar que se consigue una estructura de enorme resistencia, que se pueden diseñar todo tipo de formas y que las piscinas pueden ser tan grandes como se desee.
Otra forma posibilidad es utilizar planchas de hormigón prefabricadas que se ensamblan con extraordinaria rapidez. Y, al igual que las piscinas de material proyectado, se puede revestir el vaso con liner, gresite, cerámica o microcemento.
Aún existe otro sistema de construcción de piscinas que también emplea el hormigón. Son las piscinas modulares. En ellas se usan módulos huecos bien de este material, bien de polipropileno o de poliestireno autoportante, que se ensamblan para dar la forma a la piscina y luego se rellenan de hormigón.
El otro material clásico para piscinas es el poliéster reforzado con fibra de vidrio. Con él se hacen esos vasos prefabricados de una pieza que se colocan en el hueco previamente diseñado para ellos. Prácticamente no hay limitación en las formas, son resistentes, de fácil mantenimiento y, además, su precio es más económico que el de las de hormigón o acero.
Precisamente, el acero inoxidable es un material que poco a poco se impone en la construcción de piscinas, enterradas o elevadas. Sus líneas son siempre atractivas y modernas, pero su precio es bastante elevado.
Cuando lo que se busca es distinción: piscinas muy especiales
Hay piscinas que merecen mención aparte, no por sus materiales o su sistema de construcción, sino por su diseño y unas características que las hacen únicas:
- Piscinas de cristal o acrílico: el hecho de que una o dos de las paredes de la piscina sean transparentes crea un impacto visual espectacular, tanto dentro como fuera de ella. Para quienes buscan algo realmente único, las piscinas de cristal son perfectas.
- Piscinas naturales: la diferencia con las convencionales es que no se emplean sistemas de depuración químicos, sino medios naturales a base de plantas. Son sostenibles, vistosas y se integran perfectamente en el entorno.
- Piscinas desbordantes: en ellas el agua sale de los límites del vaso. Visualmente son muy atractivas, ya que el borde se funde con el paisaje. Además, a nivel funcional, son mucho más limpias, ya que la suciedad desaparece por el desborde.
- Piscinas de arena: se llaman así porque su superficie, tiene un acabado especial gracias a una mezcla de arena y resina. Son piscinas de formas sinuosas, caprichosas y muy accesibles, pero su precio es más elevado y requieren del trabajo de profesionales muy especializados.
Como ves, la variedad de modelos de piscinas es enorme, y todavía quedaría por elegir entre los diferentes tipos de revestimientos tanto para el vaso (si se trata de piscinas de obra) como para la zona perimetral. No te olvides de ninguno de estos aspectos y podrás diseñar ese edén particular del que no querrás salir.