El nivel de precios en Estados Unidos experimentó en el mes de abril su mayor aumento interanual en casi 30 años debido al incremento generalizado en los precios de bienes y servicios, según ha informado este viernes la Oficina de Análisis Económico del país norteamericano.
En concreto, el índice de precios de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) registró en el cuarto mes del año un alza interanual del 3,6%, lo que equivale a 1,2 puntos por encima del incremento observado en marzo. Además, es el mayor aumento registrado en un mes desde noviembre de 2007.
De su lado, el índice PCE subyacente, que excluye del cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, observó un alza del 3,1% en abril. Esto supone el mayor incremento desde hace casi 30 años (julio de 1992).
En Estados Unidos hay varias estadísticas que miden la evolución de los precios. El índice de precios al consumo (IPC), difundido por el Departamento de Trabajo, se publicó a mediados de mes y registró un incremento en abril del 4,2%, mientras que el incremento subyacente fue del 3%. Sin embargo, el índice PCE es el escogido por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para medir la evolución de la inflación.
Aunque en las últimas semanas multitud de voces en Estados Unidos han alertado sobre el incremento de la inflación, la Fed siempre ha atribuido los aumentos de precios a factores transitorios, evitando así cualquier tipo de intervención para tratar de contener la escalada.
En cualquier caso, la Fed modificó recientemente su estrategia de política monetaria. Debido a que tras la crisis se registró un largo periodo en el que la inflación estuvo por debajo del 2%, el banco central estadounidense permitirá que dicha cifra supere ese umbral de forma «modesta» durante un tiempo breve, pero indeterminado, a modo de compensación.
A diferencia del Banco Central Europeo (BCE), que únicamente tiene por objetivo mantener una inflación estable, la Fed también tiene que estimular el crecimiento del empleo con su política monetaria. En abril, el número de empleos no agrícolas en Estados Unidos era de 144,3 millones, lo que implica que todavía se encuentra 8,2 millones por debajo de la cifra de empleados registrada antes de la pandemia.