El liderazgo del Partido Republicano ha acabado criticando las palabras de su polémica congresista Marjorie Taylor Greene por comparar medidas sanitarias como el uso de la mascarilla en el Capitolio con los horrores del Holocausto, aunque no han tomado medidas disciplinarias contra su representante.
Hace cinco días que Taylor Greene, conocida por sus exabruptos y por sus desencuentros con representantes demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez, hizo esas desafortunadas declaraciones, pero no ha sido hasta este martes cuando los dirigentes de su partido la han censurado por ello.