España tardará casi 100 años en volver al nivel de deuda pública anterior a la pandemia

Por Redacción

El retorno a una situación fiscal habitual, es decir, al crecimiento nominal medio y al saldo primario registrados durante el periodo 2000-2019, no se producirá de igual modo en las principales economías europeas, y en el caso de España no se volvería a los niveles de deuda anteriores al Covid-19 hasta dentro de 89 años, según señalan los expertos de Euler Hermes en un estudio.

En comparación con el resto de países de la UE, mientras que Alemania volvería a los niveles de deuda anteriores al Covid-19 en 2028, otros ‘pesos pesados’ de la eurozona necesitarían mucho más tiempo: Italia 26 años y Francia 67 años.

Frente a la crisis del Covid-19, los gobiernos europeos decidieron rápidamente respaldar a los hogares y a las empresas con un apoyo político sin precedentes, lo que provocó un notable deterioro de las finanzas públicas en toda la eurozona en 2020.

Ante esta situación, el panorama de la deuda pública europea nunca ha sido tan heterogéneo a nivel de países. Y es que siete de ellos (Grecia, Italia, Portugal, España, Chipre, Francia y Bélgica, que representan en conjunto más del 50% del PIB de la eurozona) presentan actualmente una relación deuda/PIB cercana o superior al 120% del PIB, es decir, el doble del objetivo de deuda de Maastricht.

Según se indica en el informe, el sobreendeudamiento del Covid-19 resultará complicado: en 2021-22, la relación deuda/PIB de la eurozona debería estabilizarse en gran medida en torno al 100%, ya que los déficits siguen siendo abultados.

«Pero lo que ocurra después de 2022 es una incógnita, ya que depende de una compleja combinación de variables», han alertado los expertos tras asegurar que a menos que los grandes países de la eurozona, incluyendo a Francia, España e Italia, registren aumentos notables en el crecimiento del PIB nominal y/o mejoren los saldos primarios, el retorno a los niveles de deuda en relación con el PIB anteriores a la crisis no se producirá antes de 2035.

Así, el ‘shock’ del Covid-19 tendrá un impacto a largo plazo
en las finanzas públicas de las regiones, no solo en forma de sobreendeudamiento persistente, sino también en el refuerzo de un cambio de paradigma en lo que respecta a los conceptos de deuda pública y política fiscal.

Para los expertos, una «política fiscal activa» es la única alternativa y el horizonte de planificación se está volviendo cada vez más a largo plazo «un ancla común» para garantizar la solidez de las políticas fiscales y, a su vez, la sostenibilidad de la deuda.