Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, ultiman su acuerdo sobre la reforma de las reglas fiscales de la UE que, tras cuatro años congeladas por la pandemia, volverán a limitar la deuda y el déficit, un pacto que esperan alcanzar en «próximos días», aunque no descartan continuar las negociaciones en una sesión extraordinaria que, previsiblemente, se celebraría en la penúltima semana de diciembre.
«Sólo convocaremos un Ecofin extraordinario si es necesario en función del resultado de las consultas nacionales», ha afirmado la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en su papel de presidencia del Consejo, antes de apuntar que, de celebrarse, sería entre el 18 y el 21 de diciembre, tras la reunión de líderes de la próxima semana.
Fuentes comunitarias apuntan al próximo 19 de diciembre como posible fecha para la reunión y aunque esta no resulte «indispensable», porque el acuerdo podría alcanzarse también mediante procedimiento escrito, como señala el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, sí reconoce que un nuevo Ecofin es «muy posible».
«Podemos confiar suficientemente en un acuerdo; solía decirlo por defecto, pero ahora creo que podemos estar seguros de lograrlo», ha admitido el comisario italiano, que defiende que las reglas fiscales garanticen la sostenibilidad de la deuda pero dejando espacio para inversiones y reformas.
Por su parte, los ministros de Economía y Finanzas de Francia y Alemania, Bruno Le Maire y Christian Lindner, protagonistas de los principales choques desde el inicio de las negociaciones, han señalado que el acuerdo está cerrado entre un 92% y un 95%.
«Ya tenemos un entendimiento común sobre las salvaguardias del déficit y la deuda, un avance que realmente aprecio», ha reconocido Lindner, para quien la tarea reside ahora en «calibrar estas medidas de la manera correcta», convencido de que «los déficits excesivos deben reducirse y no excusarse».
El texto que hay ahora sobre la mesa responde a un compromiso preparado por Francia, Alemania, Italia y la presidencia española que los Estados miembro se han comprometido a examinar y que permitirá tener en cuenta el impacto de la subida de los tipos de interés durante el período entre 2025 y 2027, a fin de ofrecer el margen de maniobra necesario para seguir invirtiendo y emprendiendo reformas estructurales.
También el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, confía en que culminen los trabajos «en los próximos días» en base a esta nueva propuesta que considera que mantiene el espíritu de la del Ejecutivo comunitario ya que a pesar de las salvaguardas introducidas, considera que estas «no anulan la naturaleza del sistema».
La propuesta incluye una reducción anual del 1% del PIB para los países con una deuda por encima del 90%, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60% y el 90%.
También introduce un ‘colchón fiscal’ para los países con bajo déficit pero una alta deuda, a los que pedirá reducir el déficit para tener un margen entre el 2% y el 1,5% por debajo del límite del 3% para tener espacio para responder a posibles ‘shocks’ económicos.
Por otro lado, se pedirá a los países que superen el valor de referencia del 3% de déficit, a los que se abrirá un procedimiento de déficit excesivo (EDP, por sus siglas en inglés), una senda de gasto neto corrector «coherente» con un ajuste anual mínimo de al menos el 0,5% del PIB.