Los ingresos totales de la industria aérea alcanzarán los 964.000 millones de dólares (894.230 millones de euros) en 2024, una cifra récord para el sector que supone un incremento del 7,6% con respecto al año anterior, según las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
Asimismo, se prevé que unas 4.700 millones de personas viajen en 2024, un máximo histórico en el sector aéreo, superando la cifra de 2019, cuando se transportaron a 4.500 millones de pasajeros (+4,44%).
Así, la industria aérea tendrá unos beneficios netos de 25.700 millones de dólares (23.830 millones de euros) en 2024, un 10% más que lo previsto para 2023.
La IATA ha presentado las previsiones de rentabilidad de las compañías aéreas para 2023 y 2024. A lo largo del periodo, la Asociación considera que el coste de capital será muy superior que la rentabilidad neta y ha comprobado que existen variaciones regionales muy significativas en los resultados financieros.
El margen de beneficio neto será del 2,6% para 2023 y se incrementará ligeramente en 2024 hasta el 2,7%. El rendimiento de capital invertido en estos dos años será cuatro puntos porcentuales más bajo que el coste de capital debido a la subida de tipos de interés. En cuanto a los gastos, estos se incrementarían un 6,9%, hasta los 914.000 millones de dólares (847.849 millones de euros).
Los beneficios de explotación del sector alcanzarán los 40.700 millones de dólares (37.754 millones de euros) en 2023, según las previsiones, y se incrementarán un 21,1% en 2024 hasta los 49.300 millones de dólares (45.731 millones de euros).
«Teniendo en cuenta las grandes pérdidas de los últimos años, estos beneficios netos son un tributo a la resistencia de la aviación», ha destacado el director general de la IATA, Willie Walsh, que ha catalogado como «extraordinaria» la velocidad de la recuperación, aunque ha lamentado que la pandemia ha privado al sector de cuatro años de crecimiento.
Walsh también ha destacado que un margen de beneficio neto del 2,7% «está muy por debajo de lo que aceptarían los inversores de casi cualquier otro sector» y ha recordado los bajos ingresos que reciben las aerolíneas por cada cliente, lastradas por una regulación «onerosa», elevados costes de infraestructuras y una cadena de suministro repleta de oligopolios.