En las organizaciones, los modelos de gestión influyen directamente en el comportamiento de los empleados, impactando no solo en su motivación y actitud, sino también en todo su desarrollo y productividad.
A través de una gestión efectiva se puede sacar lo mejor de cada persona, lo cual contribuye en su rendimiento y en la construcción de la cultura laboral. Si bien existen varios modelos de gestión hoy en día, hay dos que se diferencian por su perspectiva opuesta, pudiendo desencadenar dos extremos: el Efecto Lucifer y su contrario Efecto Felicacia. Mientras el primero revela los peligros de un entorno tóxico y agresivo, el modelo felicaz, abraza la fusión de felicidad y eficacia como la clave para el éxito organizacional.
Estos dos efectos representan dos perspectivas antagónicas de la influencia de la gestión en el comportamiento humano dentro del entorno laboral.
El Efecto Lucifer
Este efecto salió de un estudio de la psicología social liderado por Philip Zimbardo, psicólogo de la Universidad de Stanford. Este experimento, que involucró a voluntarios asumiendo roles de carceleros y de presos, reveló la tendencia a sacar lo peor de las personas en situaciones de poder desmedido. La dureza extrema exhibida por los carceleros llevó a la interrupción del experimento, demostrando cómo un entorno tóxico puede desencadenar comportamientos despóticos e inhumanos.
Esta investigación y sus resultados recibieron el nombre de Efecto Lucifer y demuestran que las personas se sienten condicionadas por el ambiente que los rodea y pueden llegar a transformar su carácter y personalidad ante ciertas circunstancias, sacando lo peor que hay en ellas, incluso rasgos de maldad para los subordinados.
Este ensayo también es replicado con frecuencia en entornos organizacionales, generando jefes y ambientes tóxicos para los trabajadores.
El Efecto Felicaz
De forma antagónica se ha creado el Efecto Felicaz, desarrollado por Juan Carlos Maestro y es una propuesta enraizada en los principios del modelo de gestión denominado Felicacia, que se centra en fomentar un comportamiento positivo creando un ambiente propicio, productivo, creativo, empático y agradable. La premisa es clara: crear un ambiente felicaz, donde prima la felicidad y eficacia, a su vez se propician conductas proactivas y beneficiosas, incluso en empleados con historiales problemáticos. Estas características ayudan de forma clara y evidente a crear hábitats felicaces y contribuyen a mejorar de forma notable la cultura organizativa de la empresa
Modelo de gestión Felicacia
El modelo de Felicacia, creado en 2010, busca fusionar la felicidad con la eficacia en la gestión organizacional. Maestro ha desarrollado una formación integral que abarca todos los niveles de la organización, independientemente de la posición del personal. Y se basa en cursos que incluyen un nivel de concienciación y un nivel básico, así como una formación específica para líderes, directivos y responsables de recursos humanos, con niveles executive y excellent.
La culminación de la formación es el título de Management de la Felicacia, otorgado a aquellos que completan el último nivel, acreditando a los gestores formados para liderar la implementación de la Felicacia en sus organizaciones.