El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha valorado el esfuerzo desplegado para la puesta en marcha en España del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) que, pese a dificultades puntuales, está teniendo resultados positivos, acorde a lo planificado.
En concreto, Miranda ha hecho esta valoración durante la inauguración de la cuarta reunión de directores de los planes estratégicos de la PAC en el marco de los actos programados por la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, en la que representantes de todos los Estados miembros y de la Comisión Europea han intercambiado experiencias sobre el estado de implementación de dichos planes en los diferentes países.
En su intervención, el secretario general ha asegurado que este tipo de encuentros son «muy oportunos» para llevar a cabo una reflexión conjunta sobre la implementación de la nueva la PAC en este primer año de aplicación de los planes estratégicos.
Durante la jornada, el director general adjunto de Agricultura de la Comisión Europea, Mihail Dumitru, se ha referido al reciente informe de la Comisión que examina el esfuerzo conjunto de los planes y su ambición colectiva para lograr los objetivos específicos de la PAC, así como los establecidos en el Pacto Verde Europeo.
Dicho informe pone de manifiesto la capacidad de los planes estratégicos para contribuir, de manera satisfactoria, al cumplimiento de los objetivos ambientales, sociales y económicos establecidos para esta política comunitaria.
De hecho, los planes estratégicos se configuran como la principal herramienta de la PAC para apoyar la renta de agricultores y ganaderos, con una distribución más justa de las ayudas entre las explotaciones, al tiempo que contribuyen a la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el fortalecimiento del tejido socioeconómico de las zonas rurales.
En el encuentro también se ha subrayado la importancia de la evaluación de los planes estratégicos, como una herramienta clave para generar información valiosa para las instituciones públicas, el sector agroalimentario y el conjunto de la sociedad.
Así, los participantes han coincidido en señalar que los resultados de la evaluación serán de gran utilidad para consolidar la PAC, a través de su influencia, impacto y motor de cambio sobre los agentes políticos, profesionales agrarios y ciudadanos.
Asimismo, representantes del Convenio CSIC-MAPA que da soporte científico a la evaluación del plan, han reflexionado sobre la evaluación dentro de un contexto cambiante en términos políticos, económicos y sociales, los retos que este hecho supone y su impacto sobre la evaluación de los planes.
En esta reforma, la aplicación de la PAC se adapta a las especificidades y características de cada Estado miembro, a través del diseño de su propio plan estratégico. La evaluación de los planes debe permitir conocer el avance en las respuestas a las diferentes necesidades identificadas en cada Estado miembro.
Así, se ha concluido que la profundidad de la reforma y de los cambios políticos a los que se han adaptado las explotaciones requiere ahora una continuidad y estabilidad para asentar y valorar sus resultados, con el fin de asentar los planes estratégicos como herramienta esencial para la sostenibilidad económica, social, ambiental y climática del sector agrario y de las zonas rurales de la UE.
