La Dra. Natalia Gennaro concede una entrevista sobre los avances en medicina antiaging

Por Remitido

Según estudios recientes, el ser humano envejece más rápido de lo que debería. La medicina antiaging propone un estudio y tratamientos que ralentizan este proceso natural. Natalia Gennaro es una doctora referente en medicina antiaging y modulación hormonal. Se dedica a mejorar la vida de hombres y mujeres a través de terapias de reemplazo hormonal.

Aunque el uso de las hormonas sigue siendo un tabú, Gennaro proporciona una mirada actualizada de las consecuencias del déficit hormonal y habla sobre las alternativas que ofrece en su centro médico, las cuales son aptas para personas que ya están comenzando a sentir los síntomas del envejecimiento.

Dra. Gennaro, ¿qué es la medicina antiaging y qué nos aporta?

Sí, empecemos por el principio porque aún hay mucho desconocimiento sobre este tema. La medicina antiaging es una rama de la medicina que estudia cómo envejecemos y, entre otras cosas, ha descubierto que actualmente envejecemos prematuramente. Realmente no deberíamos llegar a los 70 como lo hacemos actualmente, sino mucho menos envejecidos, así que la medicina antiaging nos propone estudiar nuestro envejecimiento individualmente y regularlo para ralentizar el envejecimiento. De este modo, si te lo propones, puedes llegar a los 70 años con la salud de los 40. Actualmente, la medicina antiaging puede retrasar unas 3 décadas la aparición de síntomas y signos del envejecimiento precoces.

La medicina antiaging aporta mejora de la calidad de vida, trata signos y síntomas del envejecimiento como cansancio, falta de energía, pérdida de motivación, ansiedad, tristeza, pérdida de líbido, aumento de peso, pérdida de masa ósea y muscular, y retrasa la aparición o incluso previene enfermedades crónicas relacionadas con la edad como Alzheimer y demencias, cáncer, hipertensión arterial, colesterol elevado, infartos, osteoporosis, artrosis, etc.

¿Cómo se estudia el envejecimiento?

Estudiar el envejecimiento es complejo y requiere una combinación de enfoques para comprender de manera integral cómo envejecemos y cómo podemos mejorar la salud y la calidad de vida individualmente.

Se estudia el daño celular a través de pruebas de laboratorio, pruebas de imágenes y pruebas funcionales que miden la capacidad residual de células y órganos. Se investigan los genes que nos afectan en la longevidad. Nos apoyamos en estudios epidemiológicos para identificar factores de riesgo y patrones de enfermedades que ayuden a entender cómo los hábitos, dieta, estilo de vida, genética y el ambiente impactan en el envejecimiento.

¿A partir de qué edad se debe empezar a estudiarlo?

Aunque se puede empezar a cualquier edad, no hay tiempo que perder. La curva de envejecimiento empieza a acelerar a los 40 años.

¿Cuáles son las terapias más prometedoras que ofreces?

Soy muy conocida por tener un conocimiento profundo sobre el envejecimiento hormonal, abordar los desequilibrios hormonales que ocurren con la edad, utilizando terapias de reemplazo hormonal bioidéntico de manera lo más segura y apropiada. Creo que a las hormonas hay que amarlas, porque son moléculas que mejoran nuestra vida, pero también respetarlas porque sus desequilibrios también promueven desajustes.

Entonces, evidentemente, no es tan fácil como solo medir una analítica y calcular lo que falta, o incluso no medirla, es mucho más complejo que esto.

Para que sea un tratamiento seguro y eficaz debemos regular la salud celular, y además la complejidad de esto es que cada grupo de células pueden tener un estado diferente de salud.

Es imprescindible, además, estudiar y tratar estos 5 aspectos del estilo de vida:

1- Nutrición personalizada, atendiendo la genética individual, estado de la microbiota intestinal y necesidad de suplementación oral o endovenosa. 

2- Cronodisrupción y mejora del sueño.

3- Ejercicio físico progresivo personalizado y saludable enfocado al antienvejecimiento.

4- Gestión emocional consciente y activa sobre el estrés y otras emociones que nos envejecen.

5- Medioambiente: control de tóxicos ambientales (radiaciones, químicos, metales pesados, contaminantes).

Y luego el manejo del envejecimiento osteomuscular, hepático, cardíaco, cognitivo, pulmonar y de la piel.

También hay otras terapias específicas para limpiar las células envejecidas con distintos tratamientos según el órgano.

¿Consideras que algunos de los tratamientos que realizas siguen siendo un tabú para una parte de la sociedad?

Sí, las creencias populares aún no han cambiado en una gran parte de la sociedad incluso en sectores sanitarios, sobre dos aspectos fundamentales. Por un lado, «las hormonas son malas» y, por el otro lado, «el envejecimiento es normal»; ambas erróneas. Los déficits hormonales son una de las causas más importantes de nuestro envejecimiento prematuro y el envejecimiento actual es eso… precoz, podemos ralentizarlo.

Entiendo que las transiciones de pensamiento y creencias son lentas, esto puede ser algo protector que nos aporta seguridad hasta ver qué pasa. Sin embargo, quizás están demasiado obsoletas y desfasadas, porque hoy el mundo se mueve bastante más rápido y las decisiones sobre cómo queremos envejecer tienen una ventana específica de tratamiento.

Es necesario por supuesto continuar investigando y monitoreando los efectos del envejecimiento y de los tratamientos que aplicamos como hace la medicina siempre para poder aplicarlos cada día con mayor seguridad.

¿Qué diferencia a tu servicio y tus tratamientos del resto de clínicas?

Mis pacientes se quedan satisfechos por el manejo holístico e integral, ya que no hay aspectos de la salud que no contemple y tratemos de mejorar. Esto deriva de mi extensa formación académica, he estudiado muchísimo y he integrado muchos conocimientos.

Pero creo que además de un trato empático, humano y profesional, lo que más tranquilos los deja es el manejo de desequilibrios hormonales, quizás no tienen miedo de tomar un antioxidante, u otro suplemento pero, definitivamente, sí de usar hormonas.

Les da mucha tranquilidad mi manejo y soporte durante el tratamiento.

Siempre recuerdo que los tratamientos hormonales solo tienen sentido en el contexto de una célula sana. Para ello hay que prestar especial atención a los pilares de la salud y a todos los procesos de envejecimiento dentro de la célula, la medicina antiaging se basa en el equilibrio.

Lo que más me emociona en la consulta es el cambio que experimentan los pacientes 2 meses después del inicio del tratamiento. Me gusta decir que la medicina antiaging es, en realidad, la medicina de la felicidad, entendiendo que la felicidad es un estado de equilibrio.

¿Cómo percibes la evolución de la medicina y la longevidad?

Se presenta como un enorme desafío y modificaremos y adaptaremos nuestras creencias, nuestra sociedad, y el manejo de la medicina, debido al incremento de la longevidad.

Utilizaremos cada vez más inteligencia artificial, sensores y datos para el análisis, manejo y tratamiento del envejecimiento; modificaremos nuestros hábitos para envejecer más lentamente.

Empezaremos a pensar que las hormonas no son malas, sino necesarias y elegiremos nuestro estilo de envejecimiento.

Un médico antiaging será nuestro médico de cabecera a partir de los 40.

La medicina responde a las necesidades sociales. Además de regalarnos muchos años de vida, ahora se preocupa por llenar esos años de calidad de vida.

¿Envejecemos todos por igual?

En absoluto, existen diferencias en el proceso de envejecimiento según nuestra genética, por ello es importante estudiarla, se calcula que un 10 % de las personas portan una genética protectora contra el envejecimiento, pero el 90 % no. Luego hay una diferencia biológica en el envejecimiento entre hombres y mujeres de más de un 30 %, la cual es causada por la diferencia de niveles hormonales. De hecho, la menopausia es uno de los eventos más aging a los que estamos expuestas las mujeres y también la exposición a factores ambientales, calidad y cantidad de alimentos, políticas sanitarias, exposición a la contaminación y de estilo de vida provoca diferentes impactos en nuestra longevidad saludable.

Trayectoria de la Dra. Natalia Gennaro

La Dra. Gennaro cuenta con una extensa trayectoria académica, no ha dejado de formarse y desarrollar cada vez más habilidades y conocimientos. Ha empezado como Licenciada en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) en Medicina y Ginecología con Máster de especialización en cáncer de mama y Máster de especialización en suelo pélvico. Llega a España en 2008 para realizar dos especializaciones en cirugía de reconstrucción de cáncer de mama y cirugía laparoscópica avanzada. 

En 2010 se vuelca en su pasión: el suelo pélvico. Se dedica de forma intensiva a estudiar su anatomía, función, genética, biología molecular y tecnología aplicada en su tratamiento. Trae innovadoras técnicas quirúrgicas de sus formaciones por el mundo, mejora resultados, pero nota que para mejorar aún más necesita entender y aplicar la regeneración celular y se especializa en medicina regenerativa para suelo pélvico, una medicina esencial en la recuperación de los tejidos enfermos.

En esta etapa de investigación pone el foco en el envejecimiento, ya que obtenía peores resultados en los tratamientos cuanto mayor era la edad de los pacientes.

A partir de 2016, todos sus esfuerzos se centran en el estudio de los mecanismos que envejecen, no solo el colágeno, sino las células en general.

En la actualidad, todos sus conocimientos están integrados en las tres áreas: suelo pélvico, medicina regenerativa y medicina antiaging. En las 3 áreas ha recibido reconocimientos. Ha realizado múltiples formaciones y especializaciones en USA, Alemania, Inglaterra, Australia, y otros países. Es coautora de varios libros médicos y profesora de Máster de Medicina Regenerativa y Antiaging de Universidad CEU y Universidad UA.

Actualmente, es CEO y directora médica del Instituto Dra. Natalia Gennaro en Madrid y fundadora y directora de la primera unidad de alta resolución diagnóstica y cirugía robótica de precisión en suelo pélvico en Hospital Universitario Moncloa en Madrid, tema que se podrá desarrollar en una próxima entrevista.