Talgo dispara su cartera de proyectos a máximos de 4.200 millones de euros y mejora sus previsiones

Por Redacción

Talgo ha recibido nuevos pedidos por valor de 1.900 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone disparar a 4.200 millones de euros su cartera total de pedidos, un nuevo máximo histórico para la compañía.

Con motivo de la publicación en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de su balance trimestral, en el que no incluye datos como el beneficio o el Ebitda, la compañía ha mejorado sus previsiones para el conjunto del año a raíz del impulso comercial registrado en este periodo.

En ese sentido, la cartera de proyectos aumentó un 52%, tras las nuevos pedidos recibidos, tratándose principalmente de extensiones de contratos con los operadores europeos, lo que supone un menor riesgo de ejecución y márgenes más estables.

Del total de la cartera, el 50% corresponde al negocio de fabricación de trenes, el 46% a su mantenimiento (dentro del presupuesto en todos los mercados) y el restante 4% a reparaciones y otras partidas.

Los tres principales datos que aporta en su balance trimestral son los relativos a los ingresos, que suben un 34%, hasta los 470 millones de euros; al Ebitda ajustado, que se incrementa un 68% hasta los 64,5 millones de euros, y el margen de rentabilidad, que pasa a ser del 13,7% desde el 10,9% anterior.

En cuanto a las perspectivas para el conjunto del año fiscal 2023, Talgo espera mantener este margen en el 13%, frente a la previsión anterior del 12%, y ejecutar un 45% de la cartera de 2022 a lo largo de 2023 y 2024, en contraste con el 40% anterior.

Pese al optimismo mostrado por la empresa, también hace alusión a los principales retos actuales, principalmente las «incertidumbres macroeconómicas y geopolíticas», que asegura que siguen condicionando los resultados por la parte de la cadena de suministro y el incremento de los costes por la inflación.

Por ello, continuará implementando medidas para mitigar los riesgos de los proyectos y proteger los márgenes, mediante cláusulas de indexación, repercusión de los gastos financieros relacionados con la financiación de los proyectos y la ampliación de la base de proveedores.

El punto negativo en las previsiones proviene de la parte de la deuda financiera neta, cuya proporción sobre el Ebitda espera que crezca a 2,5 veces, frente al pronóstico anterior de 2 veces, debido al actual calendario de ejecución de los proyectos industriales, que ha incrementado la previsión de ‘Necesidades Operativas de Fondos’ para final del año.