Nintendo, la compañía de consolas y videojuegos, cerró su primer semestre fiscal, finalizado en septiembre, con un beneficio neto atribuido de 271.298 millones de yenes (1.688 millones de euros), un 17,7% más que en el mismo periodo de 2022.
Según los resultados publicados por la compañía, las ventas netas se incrementaron en un 21,2%, hasta los 796.237 millones de yenes (4.955 millones de euros).
Por áreas geográficas, la facturación en Japón fue de 172.537 millones de yenes (1.074 millones de euros), mientras que en América ascendió a 348.111 millones de yenes (2.166 millones de euros) y Europa hizo lo propio con 181.689 millones de yenes (1.131 millones de euros). Asimismo, 93.899 millones de yenes (584,4 millones de euros) provinieron de otras regiones.
En cuanto a las ventas de la videoconsola Switch, estas crecieron en un 17,4%, hasta alcanzar los 723.369 millones de yenes (4.502 millones de euros). Otras plataformas de videojuegos aportaron 13.398 millones de yenes (83,4 millones de euros).
De su lado, los ingresos de juegos de móvil e IP se quedaron en los 55.010 millones de yenes (342,4 millones de euros) y la comercialización de cartas en los 4.459 millones de yenes (27,8 millones de euros). Estas cifras son un 133,3% y un 125,3% superiores a las que se anotaron doce meses antes.
Tras los resultados presentados, la compañía ha mejorado sus previsiones para este ejercicio, que finalizará el 31 de marzo de 2024.
Así, las ganancias netas atribuidas serán de 420.000 millones de yenes (2.614 millones de euros) desde los 340.000 millones de yenes (2.116 millones de euros) estimados en mayo, al tiempo que las ventas netas serán de 1,58 billones de yenes (9.833 millones de euros), frente a los 1,45 billones de yenes (9.024 millones de euros) anteriores.
Nintendo ha anunciado que repartirá un dividendo interino de 80 yenes (0,50 euros) pagadero el 1 de diciembre que, en consecuencia, llevarán a la firma nipona a distribuir un total de 93.139 millones de yenes (579,6 millones de euros).
