Una de las grandes prioridades para las empresas imparables es el desarrollo de sus líderes, hombres y mujeres, a quienes ofrecen oportunidades de crecimiento en un ambiente donde son desafiados a aprender permanentemente y a potenciar todas sus cualidades, talentos y habilidades. Se conversa con Silvia Ayuso, experta en DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) y en liderazgo corporativo, CEO de Silvia Ayuso DEI & Leadership Solutions, quien ofrece respuestas contundentes a estas inquietudes.
¿Qué significa un liderazgo femenino sin barreras?
Muchas empresas están implementando acciones para promover la diversidad de género. Establecen objetivos ambiciosos, buscan candidatos diversos y desarrollan programas de apoyo, pero no siempre obtienen los resultados deseados.
¿Y por qué? Estos enfoques no abordan lo fundamental que es cómo las mujeres se ven a sí mismas y son percibidas como líderes. Convertirse en un líder no se trata simplemente de ocupar un cargo, adquirir nuevas habilidades o ajustarse al rol. Implica un cambio profundo en la identidad y la percepción.
El liderazgo sin barreras es: reconocer que las mujeres deben superar no solo obstáculos externos, sino también barreras internas y auto imposiciones.
Promover un cambio en la mentalidad y en la forma en que las mujeres se ven a sí mismas es fundamental para romper estas barreras y lograr un liderazgo verdaderamente inclusivo y equitativo.
¿Cuáles son los obstáculos o barreras que se encuentran ante la igualdad en el mundo empresarial?
Nos enfrentamos obstáculos visibles, como la discriminación salarial, la subrepresentación de mujeres en roles de liderazgo, sesgos de género, una cultura laboral no inclusiva, barreras para acceder a oportunidades y la falta de políticas de equidad de género. No obstante, los obstáculos invisibles a menudo representan la mayor barrera para el liderazgo sin restricciones. Paradójicamente, en muchas ocasiones somos nosotras, las mujeres nuestro principal obstáculo. Y somos quienes nos autoimponemos limitaciones al enfrentar este desafío
La clave radica en comprender que el liderazgo sin barreras, la diversidad, la igualdad y la inclusión son actitudes mentales compartidas. Como mujeres, debemos generar este cambio de mentalidad y liderar este proceso. Cada una de nosotras posee el poder de ser una fuerza imparable para transformar el mundo empresarial. ¡Es hora de actuar!
¿Qué estrategias crees que son las que hay que llevar a cabo para lograr un liderazgo ausente de barreras?
Es necesario implementar estrategias tanto a nivel organizacional como individual. En primer lugar, las organizaciones deben comprometerse a invertir en programas de coaching de liderazgo de alto impacto que promuevan la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI), enfocándose en el desarrollo y empoderamiento de mujeres líderes. En segundo lugar, a nivel individual, las mujeres deben abrazar una mentalidad de liderazgo y superar la falta de confianza, aprendiendo a utilizar su voz y equilibrando las demandas profesionales y personales.
Es crucial que todos en la organización compartan y respalden esta visión de liderazgo sin barreras, ya que la responsabilidad recae en cada uno de nosotros. Más allá de su importancia ética, el liderazgo de mujeres impulsa la innovación, la productividad y la competitividad.
¿Consideras que la igualdad en las empresas es un tema urgente que hay que tratar?
La igualdad en las empresas es una imperiosa necesidad, no solo desde una perspectiva ética, sino también como un impulsor de la innovación en un mundo en constante cambio. Una cultura inclusiva eleva la moral y retiene talento. Además, la igualdad se traduce en rentabilidad. Promover y respaldar el liderazgo femenino puede aumentar el EBITDA empresarial en un 30% anual. Ignorar esta realidad significa estancarse en un mundo en constante evolución. La igualdad no es una opción, sino la única vía hacia el éxito empresarial.
¿Hay actualmente pocas mujeres que lideren empresas? Si es así, ¿A qué crees que es debido?
Es innegable que la presencia de mujeres en puestos directivos aún es insuficiente. Superar esta brecha requiere un compromiso colectivo con la diversidad, la inclusión y la equidad, tanto a nivel organizacional como personal. Contamos con mujeres altamente capacitadas que podrían liderar de manera excepcional, pero a menudo se ven limitadas por sistemas y prejuicios arraigados como la falta de confianza en asumir roles de liderazgo. Transformar su percepción y compromiso con las empresas es alcanzable mediante su desarrollo personal y profesional y la adopción de una mentalidad ganadora. Es esencial creer en esta posibilidad y promover un cambio de mentalidad en el ámbito DEI, que yo denomino DEI 5.0. Ha llegado el momento de impulsar a las mujeres hacia roles de liderazgo donde puedan destacar y contribuir plenamente al éxito empresarial.