La empresa americana con base en Beverly Hills y formada en 2005, Live Nation, ha desvelado sus datos fiscales de 2020 en el cual se observa una caída de ingresos de un 84%, o lo que es igual, a nueve billones de dólares en pérdidas y todo esto producto de la pandemia.
Sin embargo, y después de un año oscuro para la música y el entretenimiento en general, la compañía dice sentirse optimista en la apertura a los grandes eventos del verano por la rápida vacunación en el Reino Unido y Estados Unidos. Los datos de este primer trimestre, a pesar de no ser superiores a los del 2020, con caídas del 79% y una facturación de 290 millones de dólares, invitan a soñar otra vez.
Live Nation, nacida como una derivación de Clear Channel Communications, no solamente se encarga de comercializar la venta de entradas, otra parte de su negocio es la organización de conciertos contratando a los artistas y promoviendo su música. Más de 22.000 recitales al año para 2300 artistas en todo el mundo colocan a este nombre en el Olimpo de las empresas de organización de eventos musicales a nivel mundial.
La empresa no se adueña del catálogo de ningún artista, simplemente se firman acuerdos para las giras, aunque ya se empieza también a negociar con los derechos de autor como una forma de diversificación.
El presidente y CEO de la compañía, Michael Rapino, ha declarado en estos días que la expectativa generada por la vuelta a los grandes eventos está impulsando la venta de entradas a un ritmo incluso mayor que antes de la pandemia. Esta rápida respuesta por parte del público coloca a la firma en una situación bastante saneada en relación a su liquidez la cual roza los 2,1 billones de dólares.
Con estos números la compañía espera poder navegar entre mares de incertidumbre hasta el próximo verano del 2022 en el que se espera la supuesta normalidad en las actividades al aire libre. La confianza que tienen los compradores de entradas en Live Nation es tal, que únicamente el 65% de todos ellos han decidido no solicitar un reembolso por aquellos conciertos y festivales que han sido programados para nuevas fechas. Esta peculiaridad en el comportamiento de los consumidores permite a la empresa poder seguir afrontando los gastos generados por aquellas citas suspendidas en meses pasados.
Es importante destacar que la firma tiene destinada una cantidad cercana a los 90 millones de dólares en devoluciones que muy posiblemente tengan que afrontar por conciertos que no lleguen a tener lugar en las fechas pactadas en lo que resta de año.
En Estados Unidos el 40% de la población ya ha recibido, al menos una dosis de la vacuna, y en algunos estados de la unión prácticamente la totalidad de la población ha recibido ambas. Esto permite la apertura a los grandes conciertos o a una escalada progresiva en los permisos para tales recitales en aquellos estados donde la vacunación es una realidad total.
En el Reino Unido casi el 50% de la población ya ha recibido una dosis, y los planes para dar vía libre a la música en directo están en marcha. Por todo el mundo la población está mostrando el deseo por las actividades al aire libre y la necesidad de socializar, lo cual lleva a la compañía a tener cierta esperanza en el futuro de conciertos y festivales para esta temporada.
El balance ahora mismo entre los 920 millones de dólares en conciertos no realizados y los 295 millones de aquellos que han sido programados para nuevas fechas, colocan a la compañía en una situación compleja donde la esperanza por una vuelta a la normalidad, se hace más que nunca necesaria para la salud de un sector clave en el entretenimiento mundial.