La excelencia empresarial en el modelo de éxito de W Executive España

Por Remitido

W Executive España comparte su propósito empresarial, enfocado en la búsqueda de la excelencia como factor de éxito y como valor diferencial.

Manuel Soriano, CEO de W Executive España, lidera un equipo integrado por 40 profesionales expertos en headhunting, consultoría y recursos humanos.

La firma de origen italiano abre mercado en España a paso firme y con el enfoque centrado en las personas.

En el competitivo mundo corporativo, la excelencia se ha convertido en una aspiración fundamental para las empresas que buscan destacar y prosperar. Para comprender mejor cómo este concepto se traduce en éxito empresarial y social, en este artículo se entrevista a Manuel Soriano, el CEO de W Executive España, una empresa que ha hecho de la excelencia su lema. A continuación, Soriano comparte sus perspicaces puntos de vista sobre este tema crucial.

¿Para qué se habla de excelencia en el mundo corporativo?

Manuel Soriano: «Hablamos de excelencia en el mundo corporativo porque es la brújula que guía a las empresas hacia un mejor futuro. La excelencia no solo impulsa la competitividad y la innovación, sino que también fortalece los factores ESG (medioambiental, social y gobernanza) y la reputación de una empresa. Buscar la excelencia dentro de las organizaciones nos facilita construir una cultura de alto rendimiento que se evidencia en la cuenta de resultados y en la satisfacción de trascender con el trabajo que cada uno realiza».

¿De qué manera impacta la excelencia en el crecimiento de la sociedad y la empresa?

Manuel Soriano: «La excelencia no es un objetivo aislado; es un motor de crecimiento tanto para la sociedad como para la empresa. Cuando las empresas buscan la excelencia, generan empleo de calidad, promueven la formación y la capacitación, y contribuyen al desarrollo económico y social de su entorno. En W Executive España, entendemos el valor de la excelencia con una visión estratégica, y al mismo tiempo trascendente, que nos permite trabajar convencidos de que el servicio que ofrecemos multiplica el cambio en la sociedad a través de nuestros clientes, impactando en diversos sectores. Trabajar con buenas personas puede ser muy rentable, siempre que el equipo sea el correcto en perfiles profesionales, así como en valores humanos».

¿Cuáles son las claves para lograr un equipo enfocado en esa búsqueda de la excelencia?

Manuel Soriano: «Para lograr un equipo enfocado en la excelencia, es crucial fomentar una cultura organizativa que valore la calidad, la innovación y el aprendizaje continuo. La comunicación efectiva, el liderazgo ejemplar y el reconocimiento de los logros son fundamentales para inspirar a los empleados a alcanzar la excelencia. En el proceso de incorporación de nuevos profesionales a nuestro equipo en España, hemos sido consecuentes, buscando esos perfiles idóneos no solo por experiencia, sino también porque buscamos buenas personas. Esa afinidad en valores y en visión han encajado en lo que hoy es nuestro gran equipo». 

¿Qué ejemplo aporta W Executive España respecto a su propósito de marca?

Manuel Soriano: «En W Executive España, tenemos el propósito de ser un equipo de buenas personas que, buscando la excelencia, unimos a empresas y profesionales en proyectos que impulsen el crecimiento de la sociedad. 

Nuestro compromiso es cumplir este propósito desde el respeto, la libertad y la confianza. 

Lo hacemos a través de un enfoque centrado en las personas, comenzando por nuestro equipo, integrado por personas que encajan con nuestra visión y valores. Nos volcamos en nuestros clientes, atendiendo sus necesidades, ofreciendo soluciones personalizadas y construyendo relaciones de confianza a largo plazo».

¿Qué convierte a la excelencia en un factor fácil o difícil de gestionar dentro de las organizaciones?

Manuel Soriano: «La excelencia puede ser fácil de gestionar cuando se integra en la cultura de la empresa y se convierte en un valor compartido. Sin embargo, puede ser un desafío cuando se percibe como una carga o una presión constante. La gestión eficaz de la excelencia requiere equilibrio y adaptabilidad».