La junta general de accionistas del Grupo Nicolás Correa ha aprobado mantener la retribución al accionista mediante el pago de un dividendo en 0,17 euros brutos por acción el próximo 11 de mayo, según ha informado la firma.
En la reunión celebrada el pasado 29 de abril, se han aprobado todos los acuerdos propuestos por el consejo de administración de la compañía, lo que incluye haber dado luz verde a la gestión correspondiente al ejercicio 2020.
El presidente del grupo, José Ignacio Nicolás-Correa, ha recordado que buena parte de las decisiones tomadas han estado condicionadas por la crisis vivida, hecho que ha interferido en la gestión empresarial.
«A pesar de ello, conseguimos cerrar el ejercicio 2020 manteniendo un buen nivel de actividad y rentabilidad como reflejan los datos», ha explicado el presidente, antes de señalar que la mejora de las perspectivas referidas al Covid-19 «está abriendo ventanas optimistas». La firma ha mantenido que, si el ritmo de vacunación continúa según lo previsto, en unos meses habrá «una menor incidencia de la pandemia» en su actividad.
En 2019, el Grupo Nicolás Correa obtuvo sus mejores resultados de los últimos años, un logro que se ha vio seguido de un año inusual en el que sus ingresos principales vinieron de las ventas fuera de España, alcanzando un porcentaje de exportación del 88% sobre el total.
Las ventas de la empresa han estado geográficamente muy repartidas. Durante el año pasado se vendieron máquinas en 17 territorios diferentes de la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y Canadá, mientras que China continúa siendo el principal mercado para la firma.
La captación de pedidos, en el primer trimestre del ejercicio 2021, ha sido por 27,5 millones de euros frente a los 20,5 millones de euros de la misma fecha del ejercicio 2020, lo que supone un incremento de 34%, destacando el sector de las energías renovables por encima de todos.
«El hecho de que el sector de las energías renovables sea el más destacado de ventas del grupo nos produce especial satisfacción, ya que es una forma de contribuir a la aportación que las energías renovables están haciendo al conjunto del planeta», ha afirmado el directivo.
Entre las líneas estratégicas de la empresa figura la apuesta por la digitalización como proyecto transformador, no solo de sus empresas, sino del sector en general. La firma está invirtiendo en la digitalización de sus productos como medio para generar un valor añadido con mayor valor añadido gracias a máquinas 4.0 altamente digitalizadas, conectadas, con alto grado de robotización y automatización donde se incremente el peso tecnológico en las soluciones de fresado y en las soluciones de servicio.
El grupo ha manifestado además su interés en que la fabricación de esta nueva generación de maquinaria 4.0 se lleve a cabo respetando los recursos naturales, incrementando la productividad minimizando tiempos muertos, así como permitiendo tener una comunicación fluida y en tiempo real con los clientes durante el propio proceso de fabricación.
«Nuestro plan de futuro no cambia la esencia de lo que somos», ha asegurado la directora ejecutiva de la compañía, Carmen Pinto, quien ha afirmado que su principal objetivo es seguir creando valor para sus clientes, gracias a «la vocación innovadora del grupo, la incorporación de nuevas tecnologías y la adaptación a los cambios que vivimos en los diferentes mercados en los que nos movemos».