UGT ha señalado que es «imprescindible» reducir las horas lectivas de los profesores y las ratios, así como la incorporación de nuevos perfiles profesionales, y avanzar en la equidad y la digitalización de los colegios.
El sindicato ha recordado que el año 2024 es el último de recepción de las partidas estructurales con financiación procedente de Europa, que ya han sufrido un descenso de un 34,76% en relación al año 2022.
Para mantener la enseñanza en las mejores condiciones de calidad y equidad, UGT considera que «el esfuerzo ha de ser continuado», por ol que defiende que se establezca un suelo mínimo de inversión pública para garantizar los servicios esenciales y que se aseguren iguales garantías en todas las comunidades autónomas «para compensar las desigualdades existentes» entre los territorios, donde se fijen prioridades y límites en caso de reducción de gastos a fin de garantizar los servicios educativos esenciales, más allá de aportaciones extraordinarias como las procedentes de los fondos europeos.
El sindicato percibe con preocupación que, casi un mes después del inicio del nuevo curso, «aún no se han cubierto por parte de algunas comunidades todas sus necesidades de profesorado en los centros». En este sentido, la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia son las autonomías que «más problemas y retrasos han tenido con los nombramientos de los profesores interinos».
También reclama que las Administraciones educativas presten una atención especial a la escuela rural, proporcionándole los medios y sistemas organizativos necesarios para atender a sus necesidades, y favoreciendo la permanencia en el sistema educativo de los jóvenes de las zonas rurales e insulares más allá de la educación básica.
Para UGT, reforzar la escuela rural supone apostar también por reducir la brecha digital y avanzar en la digitalización, otro de los «ejes fundamentales» para el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
La implantación plena de la LOMLOE, a la que hay que sumar la aplicación de la Ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), así como el Programa de bienestar emocional en el ámbito educativo, que incluye el impulso a la formación del profesorado y la importancia de la salud mental, «supone un aumento en la responsabilidad y la carga laboral que venía realizando el profesorado».
UGT considera que es necesario diseñar nuevas estrategias que permitan que los recursos humanos de que disponen los centros «se adapten a las circunstancias del alumnado y a las nuevas exigencias que demanda la educación actual». «Esto ha de pasar por la reducción de horas lectivas y ratios, la incorporación de otros profesionales, la renovación curricular, lo que permitirá nuevas didácticas, nuevas dinámicas y nuevas agrupaciones», puntualiza.
Por ello, reclama la reducción de la carga lectiva del profesorado a 18 horas para el profesorado de Infantil y Primaria y 15 horas en Secundaria y Bachillerato, lo que supondría contar con más tiempo para la preparación, evaluación, coordinación, formación e innovación, «a la vez que se lograría evitar el desgaste del colectivo debido al excesivo número de horas de docencia directa y la cada vez mayor carga burocrática que llevan implícitas las nuevas exigencias y responsabilidades de la labor docente».