Como empresa que busca contratar un servicio de interim management, hay 3 aspectos clave y 1 outsider que caracterizan el éxito de un proyecto.
Alcanzar los objetivos
El éxito del proyecto interim se mide en función de si se alcanzan los objetivos acordados. Esto implica que el interim manager y el proveedor comprenden bien los retos y la cultura de la empresa cliente, establecen metas realistas y trabajan de manera eficiente para lograr esos objetivos específicos en el plazo establecido.
Aportar valor
El interim manager agrega valor a la organización durante el desempeño de la misión. Con base en las necesidades del equipo puede ser con la implementación de mejoras de productividad, un incremento de rentabilidad, un aumento del compromiso del equipo o de la satisfacción del cliente, con el desarrollo y despliegue de cambios estratégicos o soluciones pragmáticas de problemas críticos.
La aportación de valor económica se basa en resultados cuantificables sobre la contribución al negocio.
Transferir conocimiento y asegurar la sostenibilidad de los avances
Un aspecto importante del éxito a largo plazo es la capacidad del interim manager para transferir conocimientos y habilidades clave a los empleados de la empresa, en muchas ocasiones arremangándose y bajando al detalle necesario para solucionar las situaciones y llenando el gap.
Esto asegura que las mejoras implementadas perduren después de la salida del directivo interino y que la empresa siga beneficiándose de la experiencia compartida y generando valor a través del equipo.
No obstante, para que se cumplan estos 3 aspectos que caracterizan el éxito de un servicio de interim management y crear un impacto positivo en la organización, se debe generar una relación efectiva entre el interim manager y la empresa, caracterizada por una comunicación directa y una colaboración estrecha con los equipos internos, ganándose su confianza y manteniéndolos alineados y comprometidos con los objetivos del proyecto.
Y ¿quién es el outsider?
La realidad de algunos proyectos que un proveedor de directivos interinos acompaña en muchas ocasiones arrancan apagando fuegos. Este aspecto requiere que el interim manager tenga la experiencia y la capacidad no solo de gestionar cambios a corto plazo para centrarse plenamente en la consecución de los aspectos clave de su misión, sino también de desenvolverse con naturalidad en situaciones complejas y disfrutar el reto.