Naturgy obtuvo un beneficio neto de 383 millones de euros en el primer trimestre del año, elevando así un 92,5% las ganancias de 199 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior, informó la compañía.
Este incremento se debió, principalmente, al cierre en marzo del acuerdo para resolver de manera amistosa las disputas que afectaban a Unión Fenosa Gas (UFG) desde 2012, mediante el recibo del pago en efectivo de unos 600 millones de dólares, así como la mayoría de los activos fuera de Egipto -excluidas las actividades comerciales de UFG en España-, que tuvo un impacto positivo no ordinario de 65 millones de euros en ganancias.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética presidida por Francisco Reynés a finales de marzo se situó en 982 millones de euros, un 9,8% más.
Los resultados de la energética en este primer trimestre baten así la media del consenso de analistas, que estimó un Ebitda reportado de 943 millones y unas ganancias de 300 millones de euros.
Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario del grupo ascendió a 323 millones de euros, un 3,5% más, mientras que su Ebitda ordinario alcanzó los 1.029 millones de euros a cierre de marzo, un 2% menos.
IMPACTO DEL COVID-19.
El grupo destacó que, pesar de la mejora en el panorama económico y la recuperación gradual de los precios de las materias primas, el Covid-19 ha continuado afectando negativamente al comportamiento operativo en forma de incertidumbre macroeconómica y una depreciación significativa de las divisas en Latinoamérica.
Así, Naturgy se encuentra inmersa en el despliegue de iniciativas de transformación que permitan recuperar la competitividad a pesar de los desafíos energéticos y macroeconómicos. «Todo ello en un contexto donde ya se comienzan a vislumbrar signos de mejora», indicó.
Durante el primer trimestre, las inversiones totales del grupo ascendieron a 196 millones, un 2,5% menos debido a una mayor optimización del mantenimiento y al efecto de las divisas.
En lo que respecta a la deuda neta, a 31 de marzo ascendía a 13.597 millones de euros, en línea con los niveles de deuda neta a cierre de 2020. Este nivel de deuda todavía no refleja los ingresos antes de impuestos de 2.570 millones de euros previstos en la venta de la chilena CGE Electricidad.