Sólo 2,8 segundos separaban al dúo tras el primer día completo de competición en la 70ª edición del legendario Acrópolis. A pesar de ganar sólo uno de los cinco exigentes tramos de pistas de tierra, Neuville lideró de principio a fin. El piloto del Hyundai i20 N superó al líder de la noche anterior, Kalle Rovanperä, al ser el más rápido en la primera especial de Loutraki, y había conseguido una ventaja de 7,4 segundos sobre su rival de Toyota, Ogier, al llegar al último tramo en Elatia. Pero su duro trabajo estuvo a punto de ser en vano, ya que un problema mecánico, presumiblemente relacionado con la transmisión, le impidió atacar a lo largo de los 28,32 km.
«En el último tramo, el diferencial trasero patinaba constantemente y no podía acelerar a fondo ni en primera, ni en segunda, ni en tercera», explicó Neuville. «Perdía tiempo constantemente y no podía hacer girar el coche con el acelerador, así que me costaba mucho. Fue estresante, también porque era un tramo complicado. Desde el primer kilómetro oía el ruido del diferencial trasero y me preocupaba no poder llegar al final, pero lo conseguimos.»
Ogier, que volvía a la acción por primera vez desde junio, estuvo a punto de arrebatarle el liderato, pero sólo pudo recuperar 5 segundos después de que unas ramas de un árbol le arrancarán el alerón trasero a su GR Yaris. Cree que la estrategia de neumáticos será clave en la dura etapa del sábado, con más de 140 km de competición.
«Sentí que me faltaba el alerón trasero, pero no tenía ni idea de por qué», dijo. «Va a ser un poco así todo el fin de semana, las diferencias de neumáticos entre nosotros, pero mañana es un gran día». Rovanperä se anotó una victoria de tramo a medida que el rallye avanzaba por el país tras el espectacular inicio del jueves en Atenas. Al abrir la carretera, se vio obstaculizado por las piedras sueltas en la superficie seca y se quedó a 25,5 segundos de su compañero Ogier al cierre de la etapa.
A sólo 5,5 segundos se situó Elfyn Evans, que luchó por causar impacto a pesar de que esta cita era crucial en su intento de dar caza al líder del campeonato, Rovanperä. Un lento pinchazo en el TC2 le hizo perder poco tiempo y, al igual que su compañero Ogier, también perdió un alerón trasero en la parte final.
Evans superó a Esapekka Lappi en Elatia y se hizo con la cuarta plaza de la general por 1,1 segundos. Este último se vio obligado a pecar de precavido tras sufrir una fuga de agua en su Hyundai durante gran parte de la tarde.
Un problema en el último tramo hizo que Dani Sordo, piloto del i20 N, cayera del quinto al séptimo puesto, pero las frustraciones del español no fueron nada comparadas con las de Ott Tänak, noveno por detrás de Nikolay Gryazin en un Ford Puma de M-Sport. Tänak abandonó la zona de montaje de neumáticos a mitad de carrera 22 minutos retrasado tras reparar un fallo técnico, lo que le supuso una penalización de 3 minutos 40 segundos. Informó de que el problema era similar al que dejó fuera de carrera a su compañero Pierre-Louis Loubet, que se retiró antes del primer tramo del día alegando «problemas de temperatura». Sin embargo, el estonio pudo sacar algo positivo de la jornada, ya que ganó dos tramos. Yohan Rossel encabezó la clasificación del WRC2 y completó el top 10 con un Citroën C3 Rally2. El francés heredó la posición a última hora del día después de que Adrien Fourmaux, anterior líder de la categoría se detuviera para cambiar una rueda.