HSBC, el mayor banco europeo por activos, registró un beneficio neto atribuido de 3.880 millones de dólares (3.208 millones de euros), lo que representa una mejora del 117% respecto del resultado contabilizado por la entidad un año antes.
Las cuentas de HSBC entre enero y marzo se beneficiaron de la mejora de las perspectivas económicas, lo que permitió liberar 435 millones de dólares (360 millones de euros) en reservas por pérdidas de crédito esperadas, frente al efecto negativo de 3.026 millones de dólares (2.502 millones de euros) contabilizado por esta causa en los tres primeros meses de 2020.
La cifra de negocio de HSBC en los tres primeros meses del ejercicio alcanzó los 12.986 millones de dólares (10.737 millones de euros), un 5,1% por debajo de los ingresos de la entidad un año antes.
A su vez, la ratio de capital de máxima calidad CET1 se situó al finalizar el primer trimestre en el 15,9%, sin cambios respecto del cierre del cuarto trimestre de 2020.
Por otro lado, la entidad confirmó que continuará buscando reducir su base de costes a 31.000 millones de dólares (25.633 millones de euros) o menos con el objetivo de lograr un ahorro de entre 5.000 y 5.500 millones de dólares (4.134 y 4.548 millones de euros) entre 2020 y 2022.
Asimismo, HSBC expresó su intención de reducir los activos ponderados por riesgo en más de 100.000 millones de dólares (82.686 millones de euros) para finales de 2022.
De su lado, la entidad pretende lograr una rentabilidad sobre activos tangibles (RoTE) de al menos el 10% en el medio plazo y mantener su ratio CET1 por encima del 14%.
«Tuvimos un buen comienzo de año apoyando a nuestros clientes, al tiempo que logramos rendimientos sustancialmente mejorados para nuestros accionistas», declaró el consejero delegado de la entidad, Noel Quinn, quien destacó el desempeño de los ingresos y costes, pero particularmente la significativa reducción de las pérdidas crediticias esperadas.
«Las perspectivas económicas han mejorado, aunque persisten las incertidumbres», añadió.