Apuntarse a clases de ballet en Madrid es muy recomendable para perfeccionar todo lo que engloba esta expresión artística, desde los movimientos hasta las posturas y los giros. Además, ir a prácticas de forma habitual permite trabajar de manera armónica y dominar la fuerza física y la expresión emocional que se requiere para danzar. En ese sentido, hay que saber que uno de los lugares más destacados a los que se puede acudir en la capital es la Escuela de Ballet Carmina Ocaña y Pablo Savoye, fundada en el año 1968. Esta escuela es conocida por dedicarse exclusivamente a la enseñanza del ballet clásico.
Optar por las clases de ballet en Madrid de la Escuela de Ballet Carmina Ocaña y Pablo Savoye
Las personas que deseen recibir clases de ballet en Madrid deben saber que una de las alternativas es la Escuela de Ballet Carmina Ocaña y Pablo Savoye, donde se admiten alumnos de todas las edades.
Los integrantes de esta escuela reciben clases de los maestros Carmina Ocaña y Pablo Savoye, ambos también directores de este lugar. Carmina, Pablo y los demás maestros de danza se enfocan en que cada individuo se convierta en el mejor y así alcanzar sus sueños o simplemente disfrutar de la danza. De hecho, hoy en día, muchos de sus exalumnos forman parte de las más prestigiosas compañías y organizaciones de ballet internacionales, como bailarinas pero también maestros de ballet y coreógrafos.
Los interesados en comenzar a recibir clases de danza clásica pueden ingresar a la página web de la escuela, donde especifican paso a paso cómo es el proceso de inscripción. Además, en la plataforma dejan a disposición sus datos bancarios y teléfonos de contacto.
El origen del ballet y su influencia
El ballet, también conocido como danza clásica, es una expresión artística predominante desde tiempos remotos. Específicamente, se originó en Francia e Italia durante los siglos XV y XVI. No obstante, fue a partir del siglo XVII cuando se popularizó en España.
La influencia del ballet ha sido significativa desde siempre. Además, esta danza ha evolucionado con el pasar del tiempo, pues en la actualidad no solo existe el estilo clásico, sino también el moderno, el romántico, el ruso, y el Neoclásico.
Para algunas personas el ballet es una forma de entretenimiento. Sin embargo, otras lo han llevado a un nivel profesional, convirtiéndose en parte de sus vidas. Es triste ver que en España, siendo un país con una gran tradición dancística, no existan más salidas profesionales como las que hay en el resto de la UE, donde algunos países gozan de compañías profesionales de danza en cada una de sus ciudades.
Cuáles son los beneficios de la práctica de ballet
Para hacer ballet hay que tener vocación, dado que se requiere de mucha dedicación y disciplina cuando se quiere llegar lejos y conquistar escenarios. Además, algo que hay que saber es que practicar esta danza puede tener muchos beneficios. Los niños que lo empiezan a aprender a partir de los tres años tienen un mejor desarrollo psicomotor.
Además, independientemente de la edad a la que se comience, esta disciplina es beneficiosa a nivel físico, ya que mejora la elasticidad y ayuda a corregir la postura. Adicionalmente, tiene otras ventajas, ya que estimula la liberación de adrenalina y eleva la concentración y la creatividad: En esta escuela, promueven la continuidad de la formación académica en paralelo y tienen el resultado demostrado año tras año que los más jóvenes mejoran su rendimiento escolar y académico al compaginarlo con la disciplina del ballet.