La lengua y los labios rojos de los Rolling Stones no nacieron en el pincel de Andy Warhol, ni se inspiraron en Mick Jagger, ni siquiera hicieron millonario a su creador. Los Stones, sin saber lo que tenían entre manos, lo incrustaron en la contraportada de «Sticky Fingers» y pagaron 50 libras (unos 58 euros/69 dólares al cambio actual) a su creador, John Pasche, el estudiante que ideó uno de los logos más famosos de la historia.
Rivalizando con la diana de The Who o el plátano de la Velvet Underground, el de los Stones es uno de los iconos del rock mundial y para rememorar su nacimiento hay que remontarse a hace ahora 50 años, cuando Jagger y compañía se preparaban para la gira europea del «Let it Bleed» en 1970.