El derrame ocular, también conocido como hemorragia subconjuntival, es una condición médica en la cual la esclerótica se tiñe de rojo por un pequeño sangrado en el ojo. Aunque suele causar alarma, los expertos aclaran que, en la mayoría de los casos, no representa una amenaza grave para la salud ocular y puede durar entre 8 y 10 días para desaparecer por completo.
No obstante, existen algunos casos donde es necesario visitar a un especialista. Por ejemplo, si una persona tiene un derrame en el ojo izquierdo de manera regular, puede que sus causas estén relacionadas con problemas cardíacos o de hipertensión arterial. Para comprobar el alcance del problema, centros como el Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Dexeus poseen profesionales especializados en salud visual.
Causas y síntomas de los derrames oculares
Un derrame en el ojo ocurre cuando se produce la ruptura de uno o varios vasos sanguíneos en el espacio entre la conjuntiva, es decir, la capa transparente que recubre la parte blanca del ojo, y la esclerótica, que es la parte blanca del ojo.
Las causas más frecuentes de esta ruptura incluyen traumatismos o lesiones, el frote incorrecto o brusco de los ojos, estornudar o toser intensamente, hipertensión arterial, trastornos de la coagulación de la sangre y el esfuerzo físico excesivo, entre otras razones.
El síntoma principal es la apariencia de una mancha roja brillante en la esclerótica. Esta mancha suele cubrir una parte del ojo y puede variar en tamaño y forma. Además, aparece en cualquiera de los dos ojos y puede estar acompañado de dolor de cabeza dependiendo de la causa.
A diferencia de otros problemas oculares, el derrame en el ojo generalmente no causa dolor, visión borrosa, ni sensibilidad a la luz.
¿Cómo es el tratamiento para el derrame ocular?
Existen medidas que se pueden tomar para acelerar el proceso de curación del derrame. En primer lugar, aplicar compresas frías sobre el ojo afectado puede ayudar a reducir la inflamación. Asimismo, se debe evitar frotar la zona, ya que esto aumenta el riesgo de ruptura de vasos sanguíneos. Por último, es fundamental controlar la presión arterial, la hipertensión puede ser un factor contribuyente en la aparición de derrames oculares.
De acuerdo a los expertos de la medicina, una persona debe buscar ayuda cuando exista dolor ocular persistente o aumento de la sensibilidad a la luz, pérdida repentina de la visión o visión borrosa, si el dolor es persistente en el derrame en el ojo izquierdo y viene acompañado de dolor de cabeza, estos signos pueden estar relacionados con problemas del corazón o con la presión arterial.
En este sentido, el Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Dexeus integra especialidades médicas para ofrecer al paciente una asistencia integral y multidisciplinar, que permitan atender problemas como el derrame ocular persistente. Además, la clínica oftalmológica posee un servicio de urgencias activo.
En conclusión, el derrame ocular como síntoma de otro problema de salud puede prevenir el avance de enfermedades graves. Por esta razón, se recomienda acudir a un profesional de forma oportuna cuando se evidencien alguno de los síntomas mencionados.