Un trayecto que realizan muchas personas en el día a día es el viaje de Granada a Málaga y a la inversa.
Un trayecto que puede ser mucho más satisfactorio para el viajero si tiene la oportunidad de parar un momento durante su viaje para disfrutar de una excelente comida y una atención hogareña y cálida.
Esto es precisamente lo que ofrece el Hotel Restaurante El Cruce, un negocio familiar muy cerca del aeropuerto donde los viajeros pueden parar para degustar lo mejor de la gastronomía mediterránea, pero con el toque único y casero que sus propietarios saben dar a cada uno de sus platos.
Ubicado muy cerca del Aeropuerto Federico García Lorca de Granada, en plena A92, se encuentra el Hotel Restaurante El Cruce. Se trata de un negocio familiar, famoso en toda la zona por su cocina mediterránea con sabor casero, la cual llevan preparando durante generaciones. La clave ha sido mantener el delicioso sabor tradicional, pero con toques modernos e innovadores que hacen que su carta sea prácticamente única en sabor.
Este hotel y restaurante destaca por varias razones. En primer lugar, por su amplia historia y por su excelente emplazamiento, ya que debido a su localización, hace que sea un sitio ideal para comer o incluso dormir si se viaja por carretera o en avión de Granada a Málaga, o viceversa.
Además de eso, si bien sus platos representan la tradición culinaria y mediterránea de esta zona, han sido también capaces de crear una nueva identidad en su cocina, dando importancia a la innovación, la creatividad y, por supuesto, al delicioso sabor casero. Es por eso que en este lugar, se puede disfrutar desde un sabroso bacalao al estilo de la abuela, hasta una hamburguesa con el auténtico sabor americano o una carne a las brasas preparada al estilo más moderno.
Además, hay música en directo todos los fines de semana con un cartel de cantantes locales que se publica en su blog todos los meses con fechas y tipo de música.
La oferta gastronómica del Hotel Restaurante El Cruce es muy amplia, algo que se puede notar fácilmente en su carta. En ella se pueden encontrar, por ejemplo, una gran variedad de platos para abrir boca, como por ejemplo su ensaladilla, El Cruce, pan bao relleno de pico de gallo y carrilleras, lingote de foie de pato, tabla de ibéricos, y más. También destacan sus arroces, sus platos elaborados con productos del mar, sus carnes y hasta una carta especialmente diseñada para los más pequeños. Por último, se pueden mencionar también sus deliciosos postres y su exquisita bodega, que no dejarán indiferente a quienes lo prueben.
En definitiva, El Cruce tiene mucho para ofrecer a quienes transitan por esta zona. Y es que, no se trata de un restaurante mediterráneo más, sino de uno con una personalidad propia que logra imprimir en cada plato que elabora, en su trato personalizado y en la calidez de quienes hacen vida en él.
