El Real Madrid doblegó al Real Valladolid (1-0) en la cuarta jornada de la Liga Santander gracias a las paradas de Thibaut Courtois, decisivo en varias fases del partido, y al brasileño Vinicius Junior, muy atento en un rechace para conseguir el único gol del encuentro, un tanto con sabor a tres puntos valiosos para el vigente campeón de Liga.
Zidane sacaba pecho en la rueda de prensa previa al partido diciendo que no necesitaba fichajes, que tiene la plantilla completa -pese a la lesión de Hazard-. Esta noche seguro que habrá cambiado de opinión después de ver el juego tan plano y la falta de puntería en sus hombres de ataque. Ni Jovic, que falló por enésima ocasión, ni Benzema -más fino- pudieron tumbar al Valladolid.
En el centro del campo, con un rombo como dibujo, Modric y Valverde manejaron más el balón, Isco tampoco apareció como a él le gusta y Casemiro se hartó de cortar balones en cada salida pucelana. El equipo de Sergio González obligó a un gran trabajo al Real Madrid, que vio cómo pasaban los minutos y no llegaba el gol que dejara la victoria en el estadio Alfredo Di Stéfano.
Valverde fue el primero en avisar haciendo uso de su gran velocidad y un pase del uruguayo -minutos después- supuso la mejor oportunidad para los merengues en botas de Jovic. El bosnio remató alto demostrando que sigue negado desde que llegó a la capital de España. Los de Pucela fueron creciendo con más posesión y Orellana y Waldo también probaron fortuna antes del descanso.
La segunda mitad comenzó con más dominio de los locales, con Jovic nuevamente errando -esta vez fue mérito de Roberto, de los mejores en el Valladolid- y con Casemiro machacando el larguero en el rechace de la misma jugada. El Madrid había metido una marcha más, pero su fútbol seguía siendo irregular, a arreones y sin la consistencias del final de temporada pasada que le llevó a conquistar el título de Liga.
Fue entonces cuando el Valladolid no se amedrentó y siguió buscando las cosquillas a los de Zidane. Wesimann tuvo la más clara con una excelente parada de Courtois a cinco minutos para alcanzar la hora de partido. El duelo estaba en el aire y todo podía ocurrir en el cuarto de hora final, aunque es cierto que los de casa rondaban más el área rival.
Una carambola de rechaces entre las piernas de Benzema y Raúl García Carnero acabó en las botas de Vinicius Jr. El brasileño sólo tuvo que empujarla para batir a un Roberto sensacional y dejar el 1-0 final, aunque él mismo pudo haber ampliado la cuenta en la última jugada del partido con un mano a mano que regaló sin confianza.
Así terminó el partido, con Courtois metiendo otra mano milagrosa y con Luka Modric replicando mediante un disparo seco a la base del poste. El Valladolid quiso morir matando y se fue de vacío aunque no estuvo lejos de volver a empatar un año después. Al final, la victoria se quedó en Valdebebas y las dudas, también.