Convivir con un animal de compañía aporta muchos beneficios para cualquier persona, sea cual sea su edad, pero muy especialmente en la infancia. Durante esta etapa, los niños crean vínculos muy estrechos con sus mascotas que les permite desarrollar principios y valores que serán relevantes para toda su vida.
En este sentido, el sector del adiestramiento y educación canina ofrece el agility canines, una disciplina que fortalece la capacidad física y mental de los perros a través de competiciones y, a su vez, genera una fuerte conexión con sus dueños.
En Barcelona, L’Almozara Can Bosc es una institución que imparte clases de agility junior para niños, ayudándolos a desarrollar todo su potencial mientras se divierten en compañía de sus mascotas.
El agility es un deporte que surgió en el Reino Unido, específicamente en el año 1978, como un show para la reconocida exposición canina de Crusfts. Sin embargo, su popularidad se ha mantenido en el tiempo, siendo uno de los deportes para perros más importantes hoy en día. Consiste en que el animal debe completar un circuito compuesto por un número de elementos u obstáculos, sin tocarlos, de la forma más limpia posible. Para eso es necesario seguir la orientación y los comandos verbales y gestuales de un humano.
La práctica de esta disciplina ha demostrado ser muy beneficiosa cuando los niños son los adiestradores. El primer valor que cultivan los niños es la responsabilidad, ya que tener un perro en casa requiere de cuidados y, a través de la atención diaria a las mascotas, los pequeños fortalecen sus habilidades como adultos responsables.
Al correr en la pista durante el desarrollo del agility, los niños se divierten y, al mismo tiempo, ayudan a sus mascotas a esquivar con éxito las barreras, fortaleciendo su capacidad para el liderazgo y el trabajo en equipo. Por otra parte, el deporte los ayuda a ser más perseverantes y tener confianza en sí mismos cada vez que emiten un comando a sus canes.
L’Almozara Can Bosc es una organización que tiene como objetivo fortalecer el vínculo entre los perros y sus dueños a través de actividades de adiestramiento. Entre ellas, consideran que uno de los vehículos más efectivos para unificar estos lazos es a través del agility junior, ya que permite a los pequeños compartir y crear un feedback especial con los perros.
Las clases están dirigidas a niños a partir de los 6 años de edad y son impartidas de lunes a sábado en horarios de mañana y tarde, a elegir según la disponibilidad de los participantes.
El club cuenta con un equipo de profesionales con amplia experiencia en el adiestramiento canino, quienes además de su gran amor por los perros, tienen las habilidades necesarias para orientar a los niños para que aprendan la disciplina de manera profesional, pero sin dejar de lado la diversión y el entretenimiento.
Sus instalaciones están situadas en el corazón del bosque del Maresme y cuenta con 35.000 m2 conformados por áreas de práctica con obstáculos, así como espacios de esparcimiento donde tanto los perros como sus dueños pueden pasear o practicar diferentes actividades deportivas.
