La Unión Europea está trabajando para adelantarse a la rápida proliferación de la tecnología de Inteligencia Artificial (IA), y su último movimiento consiste en pedir a los gigantes tecnológicos como Google, Meta, TikTok y Microsoft que comiencen a etiquetar el contenido generado por IA en sus servicios, como parte de los esfuerzos para combatir la desinformación en línea.
Los miembros de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, pidieron este lunes a los gigantes tecnológicos que comiencen a etiquetar el contenido de IA de forma voluntaria, mucho antes de la legislación que lo haría obligatorio.
La Unión Europea está trabajando actualmente en una Ley de IA que establecería reglas para el uso de la tecnología de IA en la unión de 27 países. Se enfrenta a una votación clave en el Parlamento Europeo la próxima semana, pero incluso si se aprobara rápidamente, es probable que sus disposiciones no entren en vigor antes de 2026.
Mientras tanto, la vicepresidenta de Valores y Transparencia de la Comisión, Vera Jourova, dijo que pedirá a las 44 organizaciones que se han suscrito al código de prácticas voluntaria, para así combatir la información errónea que desarrolle la Inteligencia Artificial.
“Los signatarios que integran IA generativa en sus servicios como Bingchat para Microsoft, y Bard para Google, deben incorporar las garantías necesarias para que estos servicios no puedan ser utilizados por actores malintencionados que intenten generar desinformación”, dijo Jourova.
“Los firmantes que tienen servicios con potencial para difundir desinformación generada por IA deberían, a su vez, implementar tecnología para reconocer dicho contenido y etiquetarlo claramente para los usuarios”.
Estos signatarios del código de práctica incluyen a Google, Facebook, Instagram, Meta, Microsoft, TikTok y Twitch.
Entre las muchas preocupaciones que la Unión Europea pretende abordar se encuentra la creación de deepfakes que podrían presentar a personas destacadas o ciudadanos privados diciendo o haciendo cosas que no dijeron o hicieron en la vida real. Un buen ejemplo de esto es un deepfake de Barak Obama en el que advierte sobre los peligros de esta tecnología con palabras que nunca fueron pronunciadas por el expresidente.
A finales del mes pasado, una imagen de humo aparentemente generada por IA cerca del Pentágono en Washington, DC, acompañada de una afirmación de que se había producido una explosión en la instalación militar, provocó un breve pánico en los mercados bursátiles.
Para el negocio de la música, un área de preocupación inmediata es la proliferación de música que se apropia de la voz de un artista conocido en una canción generada por IA que el artista nunca interpretó. En uno de esos ejemplos, una pista generada por IA con voces de Drake y The Weeknd se volvió viral a principios de este año.
No está claro si todos los operadores de motores de búsqueda y sitios de redes sociales como Facebook y TikTok, tienen las herramientas necesarias para identificar el contenido generado por IA cuando aparece, pero está claro que muchos están trabajando rápidamente para desarrollar esa capacidad.
En el caso de la música, también se intenta proteger los derechos de autor y los miles de contratos y compras de derechos de publicación y emisión, en una época de jubilación y fallecimiento de muchas de las grandes figuras de la música.
Sin embargo, a diferencia de Adobe y Google, Twitter no es signatario del código de prácticas de la Unión Europea. Según los informes, el propietario, Elon Musk, sacó el sitio de redes sociales del grupo el mes pasado, lo que provocó una dura respuesta de algunos ejecutivos.
A partir del 25 de agosto, el código de prácticas ya no será voluntario, sino una obligación legal en virtud de la nueva Ley de servicios digitales (DSA) de la Unión Europea.
Según la DSA, las plataformas en línea muy grandes (VLOP) como Twitter y TikTok, y los motores de búsqueda ampliamente utilizados como Google y Bing, deberán identificar las falsificaciones profundas, ya sean imágenes, audio o video, con «marcas prominentes» o se arriesgan a enfrentar grandes multas.
