Un informe técnico del Servicio Navarro de Salud (SNS) ha llegado a la conclusión de que, «en general, no se requiere hacer prueba de imagen» ante casos de sospecha de artrosis de rodilla en pacientes mayores de 50 años y que «lo más adecuado es que el diagnóstico se realice mediante la revisión de la historia clínica del paciente y una exploración física».
«Si el o la profesional de Atención Primaria o del hospital lo consideran necesario, solicitarán una radiografía simple y sólo en los casos en los que en ésta no se vea artrosis como causa del dolor y éste persista, estaría indicado que soliciten una resonancia», sostiene el estudio, centrado en analizar la idoneidad de las resonancias magnéticas en pacientes con dolor crónico de rodilla.
Esta es la principal conclusión de un informe técnico y un resumen elaborados por un grupo de trabajo del SNS dedicado a la mejora de la adecuación de la práctica asistencial y clínica (MAPAC). Se trata de un colectivo integrado por un total de 35 profesionales del SNS que incluye médicos de atención primaria y de hospital, profesionales de Farmacia, Enfermería y expertos en metodología. A propuesta de algunos médicos especialistas de este grupo, se evaluó el uso de resonancias magnéticas de rodilla en pacientes mayores de 50 años con dolor crónico y síntomas típicos artrosis.
En el Hospital Universitario de Navarra (HUN) se realizan alrededor de 100 resonancias diarias, número que ha ido creciendo en los últimos años. Según han indicado desde el Gobierno, las pruebas diagnósticas no están exentas de riesgos y «su uso inadecuado puede generar efectos indeseados, costes innecesarios y un aumento de la lista de espera, de ahí la conveniencia de estudiar hasta qué punto resultan imprescindibles o el diagnóstico es posible por otras vías».
La resonancia magnética es una prueba de uso habitual. La tecnología sanitaria aporta un gran valor a la sociedad, permitiendo un diagnóstico más preciso de las enfermedades. Sin embargo, conviene recordar que no existe ninguna prueba que sirva para todo. Además, no siempre es necesario confirmar un diagnóstico con una prueba de imagen si eso no supone un cambio en el pronóstico o tratamiento del paciente. Por ello, ha añadido, es importante valorar en cada caso cuáles son las pruebas necesarias a realizar.
El grupo de trabajo del SNS dedicado a mejorar la práctica asistencial identifica las situaciones en las que se observa una posibilidad de mejora en la práctica sanitaria. Entonces se evalúa la situación, la evidencia científica disponible sobre el tema, y se realizan las correspondientes propuestas de mejora, que son refrendadas por el director gerente del SNS, cargo ejercido actualmente por Gregorio Achutegi.
El informe centrado en el dolor crónico de rodilla también menciona que no es adecuado realizar una resonancia magnética ante la sospecha de rotura de menisco, como prueba previa a la colocación de una prótesis o para el seguimiento de la evolución de la artrosis. Ello se debe a que la resonancia no aporta valor añadido en relación al tratamiento o no cambia la actitud terapéutica en estos casos.
CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN
A lo largo del mes de junio, el SNS realizará una campaña para sensibilizar a la población sobre el uso adecuado de esta tecnología sanitaria. Los profesionales sanitarios tienen a su disposición un folleto informativo en castellano y euskera dirigido a los pacientes, lo que les ayudará a entender cuándo tiene sentido realizar la prueba.
Por otro lado, desde el Servicio de Sistemas de Información del SNS se ha creado una nueva utilidad en la historia clínica, de modo que en el momento de solicitar una resonancia de rodilla el médico o médica podrá visualizar la relación de situaciones en las que es adecuado hacer la prueba.
Mediante esta estrategia se pretende hacer un uso más eficiente de esta tecnología sanitaria, con el fin de contribuir a un mejor uso de la prueba, minimizar riesgos y disminuir la lista de espera para el diagnóstico y resolución de los problemas de salud, ha indicado el Gobierno.