Del marketing intrusivo al marketing del amor de la mano de Júlia Parés

Por Remitido

En el mundo del marketing existen diferentes enfoques, estrategias, modelos y metodologías, pero todos persiguen el mismo propósito: posicionar un producto en la mente del consumidor, incrementar las ventas y mejorar la imagen de una marca.

Durante mucho tiempo se utilizó un tipo de marketing que presentaba productos y servicios a los usuarios de manera intrusiva, repetitiva y puramente comercial. Sin embargo, hoy en día, el mercado es distinto y el marketing debe enamorar al público potencial de una marca. El objetivo debe ser seducir al cliente potencial para que recuerde, busque, compre y repita.

Si solo se va a vender y a hablar de lo buena que una marca es, se va a ser un pez más del mar de la mediocridad. Si se apela a las emociones y al amor de una forma disruptiva, con estilo y estrategia, se conseguirán los corazones y pensamientos de los futuros clientes. Y, sobre todo, sus ganas de consumir los productos o servicios de la empresa.

Gracias a Emociona Marketing, es posible tener un marketing digital que enamora al cliente.

La estrategia más efectiva en la actualidad: el marketing del amor

Muchos marketers y profesionales del sector de la publicidad están aplicando estrategias de marketing innovadoras. Actualmente, el mercado es muy distinto al de hace 10 años debido al gran avance de la tecnología, al amplio uso del e-commerce y las redes sociales para vender productos, así como a una alta competitividad sin precedentes en todos los sectores. Debido a esto, resaltar en el mercado y enganchar con los usuarios es una prioridad para quien quiere triunfar y mantenerse a flote en ese océano llamado competencia.

Por esta razón, Emociona Marketing presenta un servicio de marketing digital enfocado en atraer al cliente con métodos que logren enamorarlo de las marcas y de lo que estas ofrecen. Haciendo uso del marketing del engagement, esta agencia logra crear campañas publicitarias utilizando estrategias eficaces que tienen un gran impacto en la mente del consumidor. Pero no solo se trata de convencerlos para que adquieran los productos y servicios, sino de llegar hasta sus emociones, con mensajes que satisfacen los anhelos de su corazón y que les conduzcan a comprar los productos o servicios de una empresa desde la convicción, la certeza y las ganas de seguir recurriendo a esta marca que los ha enamorado.

Coca-Cola no vende refrescos, vende felicidad

Las grandes marcas que han aplicado el marketing del amor, «no venden productos», venden emociones, algunos ejemplos:

Coca-Cola no vende refrescos, vende felicidad.

Rolex no vende relojes, vende estatus.

Spotify no vende música, vende inspiración.

Nutella no vende crema de caco, vende alegría.

Perdurar en la memoria, ganar corazones y vender más que nunca, de la mano de Emociona Marketing

Para atrapar la atención, el cerebro, el corazón y el bolsillo de los consumidores, Júlia Parés, fundadora y CEO de Emociona Marketing ha creado una línea de servicios de marketing y publicidad que abarca diferentes necesidades en el espacio digital. Cada uno de estos está diseñado para enamorar a los clientes mediante una estrategia disruptiva que vende sin parecer que está vendiendo. En este sentido, presentan servicios de social media, auditorías y protocolos para la publicación de campañas y anuncios, diseño web, e-commerce, WordPress y estrategias de SEM y SEO, que incluyen social media ads y Google ads. Gracias a la experiencia de esta agencia en el mercado, muchos de sus clientes (sea cual sea su tamaño) han podido demostrar gran satisfacción con los resultados. Así, al aplicar un plan y estrategia personalizada a cada cliente, logran dar a conocer cada negocio de manera eficiente y atractiva, convirtiendo a los interesados en clientes potenciales, y a estos en prescriptores y embajadores del negocio que consumen sus servicios y productos con recurrencia.

Emociona Marketing demuestra así su amor por las marcas, optimizando las ventas y creando campañas de impacto que llegan al corazón de los consumidores. Si no se venden beneficios, amor y emociones, las empresas se pierden en un mar de competencia que hace lo mismo. Vender sin vender y se creará una bonita historia de amor con los clientes para que compren y repitan.