El Comité de Nutrición y Lactancia Materna y el Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han advertido de que la grasa corporal en las edades tempranas de la vida se asocia a hipercolesterolemia, hipertensión o diabetes tipo 2, que son patologías «con grandes repercusiones para la salud a corto, medio y largo plazo».
La obesidad es la enfermedad crónica más prevalente en la infancia y adolescencia en España. Se estima que uno de cada tres niños presenta sobrepeso u obesidad. Según los resultados preliminares del Estudio PASOS 22, la prevalencia de obesidad ha disminuido desde 2019 solo medio punto porcentual.
A través de un comunicado, los pediatras han alertado de que un nuevo factor de riesgo de obesidad que está despuntando en los últimos tiempos es el uso inadecuado de las pantallas.
«Aunque un uso saludable de los dispositivos digitales tiene importantes beneficios -permite una mejor comunicación, acceso a información ilimitada de calidad, entretenimiento, aprendizaje, etc.-, su uso no adecuado también se ha visto relacionado con sedentarismo, incremento de la ingesta de alimentos no saludables, mayor riesgo de obesidad, aislamiento, depresión y conductas adictivas», ha señalado el coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP), Julio Álvarez Pitti.
Por estas razones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda para niños y adolescentes una exposición superior a dos horas al día a estos dispositivos. Sin embargo, la proporción de niños que cumplen estas recomendaciones, según el estudio PASOS 22, es muy baja para los días entre semana (36%) y aún mucho más baja el fin de semana (16,2 %). Además, cuando se compara con los datos de 2019, se observa que el porcentaje de incumplimiento se ha elevado en los últimos cuatro años.
Los pediatras recuerdan que existe evidencia de que a mayor número de horas de pantallas y en particular ante la TV, mayor ganancia de peso. «El uso generalizado de dispositivos digitales ha llegado para quedarse y la solución no pasa por prohibir su uso. Lo que sí deberíamos hacer como pediatras es desarrollar y promocionar nuevas estrategias para ayudar a los niños y a sus familias a tener una relación saludable con el entorno digital y las pantallas», ha detallado Álvarez Pitti.
LA PUBLICIDAD DE LOS ALIMENTOS CON UN PERFIL NUTRICIONAL INADECUADO
Entre los factores que influyen en la aparición y el mantenimiento de malos hábitos de alimentación, los pediatras apuntan que están la accesibilidad y publicidad de los productos alimentarios poco saludables.
«En estas etapas de la vida se desarrollan las preferencias de alimentos que condicionarán nuestros hábitos futuros. Los reclamos publicitarios dirigidos a los niños y adolescentes están presentes en su vida cotidiana y tienen un gran impacto en ellos. El problema es que los productos menos saludables siguen siendo los más publicitados», ha sostenido la doctora Rosaura Leis, coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP.
El atractivo del producto, sobre todo en el caso de alimentos poco saludables, se destaca mediante reclamos nutricionales que resaltan su capacidad de proporcionar salud, energía o nutrientes específicos saludables.
«En 2015, alrededor del 50 por ciento de los anuncios de alimentos en TV en España contenía algún tipo de reclamo nutricional y casi dos tercios correspondían a productos poco saludables», añade la doctora Leis, haciendo referencia a datos recogidos en este artículo sobre publicidad de alimentos no saludables, publicado recientemente por el CNYLM-AEP en la revista ‘Anales de Pediatría’.